LOS empresarios sienten que trabajan en un clima enrarecido por donde se le mire.
Si bien aseguran que no saldrán corriendo del país, advierten que la situación no es fácil este cierre de 2018.
Avizoran un nuevo año complicado y plantean no perder el rumbo ni caer en el pesimismo.
Consideran que para recobrar el optimismo es preciso que el Presidente Duque asuma su rol de jefe de Estado, que se sienta y comience a ejecutar.
Para recuperar la confianza en el país, la economía y el Gobierno, es necesario que el primer mandatario salga del cascarón de candidato y asuma el mando.
En opinión de líderes del sector privado, centros de pensamiento y fundaciones de economía, el Presidente Duque aún actúa como candidato, se oye, se siente y se ve como tal.
Presidentes de compañías e inversores no ven con buenos ojos que el Gobierno en sus primeros cuatro meses parece seguir en campaña, lejos de transmitir credibilidad y liderazgo.
Sus discursos parecen de candidato presidencial no de un presidente, estiman directivos.
Le piden al Presidente que pase de largos discursos, comentarios, abrazos y fotografías; a decisiones y realizaciones.
Según productores de diversas áreas, es tiempo de que el Gobierno muestre el camino a seguir y asuma el manejo de principales desafíos nacionales.
Confían en que a partir de 2019 debe darse un impulso a todas las actividades económicas, para lo cual, el Gobierno cuenta con el respaldo y compromiso de empresarios.
Hombres de negocios estiman que este año termina con nubarrones en el horizonte. Hay nubes negras en frentes como justicia, política, contratación, infraestructura, inversiones, comercio exterior, empleo e impuestos.
La ley de financiamiento o reforma tributaria que entrará en vigencia en 2019 causa preocupación a empresarios. Cualquiera sea la justificación fiscal, no encuentran sano que cada dos años se alteren reglas de juego para invertir.
Los inversores buscan para sus capitales y proyectos económicos economías con estabilidad en garantías jurídicas y fiscales.
A pesar de que el Gobierno urge varios billones de pesos para cuadrar caja, al sector privado le molesta que repetidamente los gobiernos remienden el sistema impositivo.
Eso ahuyenta inversión y desaliente creación de empresa.
Otra expectativa entre empresarios es el flojo desempeño de la economía y las dificultades para generar nuevos empleos.
Las cosas no están para ampliar nómina. En el mejor escenario las compañías no reducirán planta de personal, aunque siguen predominando los trabajos temporales, muchos de ellos sin ningún tipo de beneficio al trabajador.
Dependiendo del impacto de la reforma tributaria y del enfoque social que el presidente Duque le imprima a la economía y a sus relaciones con el sector privado, se moverá la tasa de desempleo el primer semestre de 2019.
El país parece dormido porque el Gobierno no imprime celeridad, casi ni se siente.
Suenan campanas de alerta al presidente Duque para que empiece a gobernar.
¡Aló, presidente! ¿Qué hace? ¿Cuándo empieza?