Mensajes del Papa itinerante (V) | El Nuevo Siglo
Viernes, 26 de Abril de 2019

Al querer destacar, todavía, algunas expresiones más del Papa Wojtyla aportadas en “Florecillas” del libro de Doménico del Río, nos encontramos con importantes las enseñanzas del Papa en torno a Sacerdotes, a quienes llama a ser “hombres de misericordia”, y que sean, especialmente en el confesionario,  transparencia de “rostro misericordioso de Dios” (13-06-93), con indicaciones para atender penitentes (26-03-93). Igualmente invita a cuidar la Eucaristía”, sobre la cual  escribió Encíclica (07-04-03),  e hizo llamados insistentes en la Misa dominical y  a la guarda del reposo ese día (27-02-94). Fuerte su llamado a ellos a no callar ante irreligiosidad e indiferencia moral “viendo a Dios ultrajado” (06-10-86).  Además, sobre “Sacerdocio de mujeres” en Iglesia Católica, dio respuesta negativa “perentoria y definitiva”, en Carta Apostólica frente a decisiones contrarias de la Iglesia Anglicana (30-05-94).

De interés su referencia al poder divino su afirmación de la posibilidad y existencia de milagros, conseguidos por invocación a Dios e intercesión de los santos, y en los cuales “el orden natural es superado por el poder de lo alto” (13-01-88). Poderosos intercesores María Santísima a quien tanto honraba e invocaba y S. José, ejemplar de virtudes y laboriosidad (21-08-98), y el S. Pio  de  Pietrelcina, con quien se confesaba siendo estudiante en Roma, cuya tumba visitó, y a quien exaltó a los altares (24-05-87). Veneró al siervo de Dios Pio XII, y defendió su ejemplar actuación en favor de los hebreos frente a intencionada descalificación de enemigos de la Iglesia. (11-09.87).

Aunque el 20-10-98  cesa el recorrido del escritor Del Rio en pos de Papa itinerante, en apéndices nos dan datos como el de su muerte (02-04-05), en cuya mañana su Secretario privado  informaba: el Papa está tranquilo y consciente”. Conmoción mundial produjo su muerte con edificantes expresiones en sus funerales de su ilustre Sucesor Cardenal Joseph Ratzinger. Más allá de la suspensión de la crónica siguen hechos como  Jornada de la Juventud en Roma (09-99), su encíclica sobre Eucaristía (16-04-03) y su Carta Apostólica “Mane Nobiscum Domine” (07-04), sobre la Sagrada Eucaristía. Como puntadas de reflexión sobre su final terreno habló a sus 78 años de ser “sacerdote anciano”  (11-05-98), pero fue 20 años antes de su partida cuando en Milán (02-11-84), Día de Difuntos, habló sobre la muerte como maestra de la vida”,  cuyo recuerdo no se debe rehuir, pues lleva a prudente discernimiento sobre la utilización de los bienes terrenos.

En el penúltimo tema destacado por el escritor, alude a la reflexión hecha en S. Pedro, en sus 20 años de Pontificado (18-10-98), en donde hizo su “examen de conciencia”, sobre sus principales deberes como Papa, al que no respondió en público sino que con la oración le ayudaran a cumplir, pero los testigos de su vivir, enseñar y viajar, le damos confortante y edificante respuesta positiva. Habiendo culminado su último viaje, hacia la patria del cielo, hubo esta bella expresión del todavía Cardenal Joseph Ratzinger en su funeral: “nuestro amado Papa está ahora en la ventana de la Casa del Padre nos ve y nos bendice” (08-04-05).

*Obispo Emérito de Garzón

monlibardoramirez@hotmail.com