El caso Slim
Acaba de salir el libro Por qué fracasan las naciones, lo recomiendan varios premios Nóbel de Economía. Escrito por el profesor Acemoglu de MIT. y por el profesor Robinson de Harvard en el 2012. Consideran que Colombia sufre un fracaso sistemático debido a la incapacidad de la clase dirigente en generar instituciones incluyentes.
Respecto al caso Slim de México lo contrasta con Bill Gates que sí es creador empresario. Afirman: “En México, Carlos Slim no ganó dinero mediante la innovación.
Al principio destacó en negocios bursátiles y en comprar y modernizar empresas que no eran rentables. Su golpe maestro fue la adquisición de Telmex, el monopolio de telecomunicaciones mexicano que fue privatizado por el presidente Carlos Salinas en 1990. El Gobierno anunció su intención de vender el 51 porciento de las acciones con derecho a voto (el 20.4 por ciento de las acciones totales) en la empresa en septiembre de 1989 y recibió ofertas en noviembre de 1990. A pesar de que Slim no hizo la oferta más elevada, un consorcio liderado por su Grupo Carso ganó la subasta. Y en lugar de pagar las acciones inmediatamente, Slim consiguió retrasar el pago, y utilizó los dividendos del mismo Telmex para pagar las acciones. Lo que una vez fue un monopolio público se había convertido en el monopolio de Slim, y era enormemente rentable”.
Y añaden “Las instituciones económicas que hicieron que Carlos Slim fuera quien es son muy distintas de las de Estados Unidos. Para un emprendedor mexicano, los obstáculos de entrada serán cruciales en todas las etapas de su carrera profesional. Estos obstáculos incluyen licencias caras que obtener, burocracia con la que lidiar, políticas y titulares de otros cargos que obstaculizan el camino y la dificultad de conseguir financiación en su sector financiero a menudo confabulado con los titulares de los cargos con los que el emprendedor está tratando de competir. Carlos Slim es un hombre ambicioso y con talento, de origen relativamente humilde, procedente de una familia de inmigrantes libaneses, que ha sido un maestro a la hora de obtener contratos exclusivos. Consiguió monopolizar el lucrativo mercado de las telecomunicaciones de México y, posteriormente, amplió su alcance al resto de América Latina.
El monopolio Telmex de Slim se ha topado con dificultades, pero las ha superado. En 1996, Avantel, un proveedor de telefonía a larga distancia, solicitó ante la Comisión Federal de la Competencia mexicana que comprobara si Telmex tenía una posición dominante en el mercado de las telecomunicaciones.
En 1997, la Comisión declaró que Telmex tenía un poder de monopolio sustancial respecto a la telefonía local, las llamadas nacionales a larga distancia y las internacionales a larga distancia, entre otras cosas. Sin embargo, los intentos por parte de las autoridades reguladoras de México de limitar estos monopolios fueron en vano”.
Este libro es un aporte a la comprensión de las instituciones que forjan o impiden el desarrollo de la economía.