Mario González Vargas | El Nuevo Siglo
Lunes, 13 de Julio de 2015

CONCESIONES

Gobierno sin brújula

Las   Farc, con su anuncio del cese unilateral del fuego por un término de 30 días, lograron mantener la iniciativa en las negociaciones de La Habana. Y era de esperarse, porque el jefe negociador del Gobierno, al suavizar su amenaza de retiro eventual de la mesa con la disposición de convenir un cese el fuego bilateral antes de la firma de un acuerdo, supeditó la voluntad y la acción del Gobierno a la determinación de los tiempos en que los subversivos ejercerán o no su violencia terrorista. En adelante, las circunstancias que acompañarán un cese el fuego definitivo serán fijadas por las Farc. Una concesión más, que reitera la  constante actitud del Gobierno en este proceso de negociación.  

Presentado el cese el fuego bilateral como una contribución al deseo de paz de los colombianos, tendrá efectos indeseables sobre la correlación de fuerzas, la seguridad ciudadana y la posibilidad de concluir la negociación de paz en un plazo razonable. Un cese el fuego bilateral en esas circunstancias, no solamente es inverificable, sino que también implica el dominio de los subversivos sobre las zonas en las que hacen presencia, porque ellas serán terrenos vedados a la acción de la Fuerza Pública. Consagra un ejercicio de soberanía que permitirá el fortalecimiento de sus frentes, la multiplicación de los cultivos ilícitos, la facilidad del tráfico de alucinógenos, la continuidad de la extorsión adobada en impunidad, el sometimiento de la población civil, a cambio de la promesa de continuar una negociación condenada a satisfacer todas las pretensiones de la guerrilla.

Tuvo la oportunidad el Gobierno de recuperar la iniciativa en el proceso de negociación y la perdió. No supo interpretar las razones del descontento ciudadano ni valorar sus alcances, lo que hubiese permitido nuevo oxígeno a los diálogos, sostenibilidad a un eventual acuerdo y plazo razonable para concluir la negociación. Persistió en la creencia de que las concesiones unilaterales allanan el camino hacia la paz.

Y valido de esa suposición decidió arreciar la guerra contra los críticos de su equivocada estrategia negociadora. Unas veces de manera sigilosa, como la que adelanta contra el Procurador, con el beneplácito de las Farc y sus a lateres, para despojarlo de sus responsabilidades constitucionales; otras, por medio de ministros y miembros de la coalición de gobierno, con agresiones retóricas contra dirigentes de la oposición, algunos haciendo gala de espíritu de conversos y lenguaje destemplado.

Tsun Tsu decía que lo primero en una guerra es no equivocarse sobre la naturaleza del enemigo. Aquí, no solo han cometido esa equivocación, sino que también decidieron cambiar de enemigos. Es una nueva guerra, esta sí, sin destino.