Como el tiempo pasa y la memoria es efímera, selectiva y conveniente, comencemos por recordar las circunstancias en que sucedieron los hechos, tanto el secuestro, como el posterior asesinato de los 11 diputados del Valle.
Colombia venía del nefasto gobierno de Ernesto Samper el cual rompió con todos los parámetros éticos y morales con el fin de sostenerse en el poder. Basta con recordar que en medio de la crisis de su gobierno, se produce el asesinato del Dr. Álvaro Gómez Hurtado. Cobarde y vil asesinato.
Vivíamos entre la esperanza de ver a un señor Presidente como lo fue AUV durante su primer mandato. Pero, también, con la angustia, zozobra, permanente por cuenta de los feroces ataques de las Farc.
No en vano, el 7 de febrero del 2003, en una milimétrica acción terrorista, las Farc atentaron contra el Club el Nogal explotando más de 200 kilos de dinamita en el parqueadero del Club, causando la muerte de 36 personas y más de 200 heridos.
La agrupación guerrillera de las Farc se ensañó contra el primer gobierno de AUV con el fin de presionar una negociación de paz. Más de 60 personalidades fueron secuestradas por este grupo con tal fin.
Se produjo un hecho que fue determinante para que AUV perseverara en su objetivo de derrotar a las Farc en el terreno. En todos sus frentes de lucha.
El secuestro planificado con premeditación y alevosía de los 11 diputados del Valle se realizó durante la mañana, casi medio día, curiosamente, del 11 de abril de 2002. Un grupo guerrillero mimetizado de militares ingresó a la Asamblea Departamental del Valle que sesionaba en pleno ese día. Fueron secuestrados en forma simultánea los siguientes asambleístas: Juan Carlos Narváez, Jairo Hoyos, Alberto Quintero, Edison Pérez, Héctor Fabio Arizmendi, Javier Giraldo, Ramiro Echeverri, Rufino Varela, Carlos Charry, Carlos Barragán, Nacianceno Orozco y Sigifredo López.
En un triste amanecer, el 28 de junio de 2007, las Farc hicieron pública la muerte, asesinato, de los 11 diputados del Valle. Por obra y gracia de Dios, Sigifredo López se salvó.
Como siempre, las Farc culparon al Ejército por cuenta de unos supuestos combates que se estaban presentando en la zona. Sin embargo, en un correo enviado por Alfonso Cano quedó de la evidencia del macabro hecho.
Los diputados estuvieron secuestrados más de cinco años, desde el 11 de abril del 2002 hasta 28 de junio de 2007, en condiciones infrahumanas. Pero, el secuestro, ya de por si un vil y cobarde acto, a mi modo de ver, no es lo peor de este macabro cuento.
Según la revista Semana, Investigación, 11/28/2007, los diputados del Valle fueron asesinados con 95 disparos, lean bien: 95 disparos, de fusil Ak 47, el arma predilecta usada por las Farc. Así, o más macabro.
La semana pasada un grupo de valientes víctimas, familiares de los secuestrados y asesinados le solicitan a la JEP que antes de hacer política, los miembros de las Farc sean juzgados por los crímenes cometidos. Curiosamente, el único que no firmó esa misiva fue el mismo Sigifredo López.
¿Después del escalofriante relato de cómo estos señores de las Farc secuestraron y asesinaron a los 11 diputados del Valle, cómo se les debe llamar?
Puntilla: Van 60 militares muertos por ataques las disidencias de las Farc, se convertirán en un dolor de cabeza peor que las mismas Farc.