ESTRIBOR
Del dicho al hecho
Si quieres construir un barco, no empieces por buscar madera, cortar tablas o distribuir el trabajo, sino que primero has de evocar en los hombres el anhelo del mar libre y ancho.
Antoine de Saint-Exupéry
MIENTRAS no haya conciencia mundial, colectiva e individual, de la necesidad de salvar al planeta, pueden firmar lo que sea, pero no habrá norma, ni acuerdo, ni coerción alguna que lo logre. El papel aguanta con todo y por eso hay que pasar del dicho al hecho.
El recién aprobado con bombos y platillos, acuerdo en la cumbre del clima en Paris, solo es un papel escrito y rubricado por jefes de Estado que están muy lejos de hacer cumplir esas normas, porque ya sabemos que prima el interés económico y el político por encima del interés de preservar nuestro medio ambiente.-
Hasta el momento todas las cumbres ambientales habían sido un fiasco por la presión política de los industriales que se oponían a modernizar sus chimeneas o en su defecto apagarlas y de los grandes empresarios de la minería y de la madera, en cuyas mentes solo figuraba el signo pesos.
La COP21 concluyó con un texto de 31 páginas jurídicamente vinculante y la impresión mundial es que fue un éxito, porque por primera vez se aceptó el compromiso mundial por "mantener el aumento de las temperaturas por debajo de los 2 grados y perseguir los esfuerzos para limitar el aumento a 1,5 grados".
El acuerdo del clima era el objetivo primordial del Secretario General de la ONU Ban Ki Moon y se logró que los 196 gobiernos se comprometieran a alcanzar el techo de emisiones gases invernadero "lo antes posible". El texto deberá ser ratificado la próxima primavera, entrará en vigor hasta el 2020 y será revisado cada cinco años, para que los países pongan al día sus compromisos y se fijen metas para la reducción.
Y en nuestro país, pasando del dicho al hecho, el Senado aprobó en segundo debate el proyecto de protección de páramos de la extracción de minerales y explotación de hidrocarburos.
El autor de la iniciativa, el senador Mauricio Lizcano, pretende tener una ley definitiva sobre el tema de protección de páramos y humedales y así evitar que el gobierno de turno, obre de acuerdo a sus intereses y legisle sobre ecosistemas. La protección oportuna de páramos y humedales garantizará el agua para la supervivencia de nuestras futuras generaciones".