Impunidad que reina es la semilla de la delincuencia”
El debate político suscitado con motivo de la reforma que promueve el dux Iván, para, supuestamente, corregir los yerros que invaden la organización de la justicia, tanto desde el punto de vista teórico como práctico, estimula la memoria, recordando la encomiable visión que el maestro Miguel de Cervantes Saavedra expone en el capítulo XLV del segundo libro de las aventuras de “Don Quijote y Sancho Panza”, su fiel compañero y escudero, cuando asume el gobierno de la ínsula Barataria.
Antes de tomar posesión del encargo hecho por el duque al escudero del ingenioso hidalgo de la Mancha, el caballero andante le hace recomendaciones enderezadas a guiarlo en el poder que se le otorga para que como autoridad lo ejerza.
“Primeramente, ¡oh hijo!, has de temer a Dios, porque en el temerle está la sabiduría, y siendo sabio no podrás errar en nada. Lo segundo, has de poner los ojos en quien eres, procurando conocerte a ti mismo, que es el más difícil conocimiento que puede imaginarse. Del conocerte saldrá el no hincharte como la rana que quiso igualarse con el buey, que si esto haces, vendrá a ser feos pies de la rueda de tu locura la consideración de haber guardado puercos en tu tierra”.
Aparte de estas recomendaciones referidas esencialmente al temperamento y la personalidad que debe caracterizar a quien el poder detenta , le añade: “Al culpado que cayere debajo de tu jurisdicción considérale hombre miserable, sujeto a las condiciones de la depravada naturaleza nuestra, y en todo cuanto fuere de tu parte, sin hacer agravio a la contraria, muéstratele piadoso y clemente, porque aunque los tributos de Dios todos son iguales, mas resplandece y campea a nuestro ver el de la misericordia que el de la justicia”.
Ese sabio predicado se demuestra en la solución de Sancho Panza a la mujer que denunció el atropello a su sexualidad. Ella tuvo fortaleza para proteger el dinero que le dieron para indemnizarle el daño padecido, pero no para ¡defender su honor! La justicia no es una interpretación de la norma jurídica, sino la inspiración derivada de la inteligencia emocional.
Y es a este respecto que hay que idear fórmulas que corrijan los errores que este gobierno piensa enmendar, pero principalmente hay que encontrar trámites eficientes y efectivos, que le brinden a los gobernados fe en sus autoridades: la impunidad que reina es la semilla de la delincuencia y la burla a las obligaciones jurídicas impuestas en las normas.
La discusión que provoca las iniciativas de Paloma está a distancia astronómica de la realidad que destruye el sentido del Estado Social de Derecho. La propuesta del burgomaestre que atenta contra la vida de las que habitan frente al Capitolio, por el daño que a la salud pueden causar, hace pensar en una misma solución al caos que el proyecto de le senadora anuncia. Apelar a las recomendaciones del Caballero de la Mancha es pensar con sentido común.