La Capital de la República está estrenando por primera vez una Alcaldesa elegida popularmente.
Fueron muchos los bogotanos que, cuando ella salió elegida, tuvieron momentos de preocupación por el futuro de la ciudad.
Sin embargo, a medida que pasan los días empiezan a tener tranquilidad al ver que la exsenadora de la República no es una persona que tome decisiones a la ligera, sino que por el contrario medita sus propuestas de tal manera que cuando las expone tienen no sólo el valor de ser serias sino que también se han medido sus consecuencias.
Su responsabilidad ha llegado a tener que actuar en contravía de sus propuestas de campaña por decisiones que tomó su antecesor, pues de modificarlas podría causar lesiones económicas a las arcas de la municipalidad.
Son muchos los frentes que le tocará abordar empezando por el mal estado de las calles y las equivocadas medidas que se llevaron a cabo en la Secretaría de la movilidad que han llevado a acciones que han sido demandadas ante los entes judiciales porque fueron expedidos o usurpando ámbitos nacionales o llevando a la ciudad a un caos en la movilidad o a una frenada en la velocidad de la vida normal que llevábamos los residentes en la capital del país.
Por otra parte, la Alcaldesa tendrá que afrontar con medidas extraordinarias, acciones que regresen un poco la seguridad perdida. La ola de inseguridad que estamos viviendo es realmente impresionante.
Hace pocos días salió a la luz pública las cifras de robos de teléfonos celulares en los primeros veinte días y los resultados no podrían haber sido peores. Se han robado, del primero de enero al día veinte del mismo mes, 70.000 celulares de los cuales 46.000 corresponden a hechos sucedidos en Bogotá. Es decir que al día se robaron 2.300 celulares sin que haya control policial para que esto no suceda. Pero lo peor de los robos presentados es que algunas personas resultan acuchilladas y en otros casos heridos a bala o simplemente muertos. Y qué decir del resto de robos a casas, carros, motos, bicicletas o atracos por billeteras, relojes, y joyas entre otras cosas. La Alcaldesa debe exigir de las autoridades uniformadas más protección para los ciudadanos.
Por otro lado, ya pronto conoceremos el plan de Desarrollo que presentará la nueva administración de la capital y es allí donde veremos el verdadero plan de acción que tendremos para el futuro.
Mientras ello sucede, esperemos que la seguridad se mejore y que esta nueva administración tome las medidas necesarias para rescatar la ciudad de los ladrones y el hampa.