Centenario
Sobre este hecho no se sabe mucho y solamente los que están muy inmersos en el mundo aeronáutico lo cuentan y uno tiene el placer de oírlos. Pero fue una realidad.
El 9 de diciembre de 1912 en la ciudad de Santa Marta, George Schmitt, un piloto norteamericano de origen alemán, despegaba al mando de un biplano marca “Baldwin” y apodado Red Devil logrando elevarse a unos mil metros de altura por algunos minutos. Hecho que se convirtió en el primer vuelo en Colombia de una máquina más pesada que el aire.
Schmitt efectuó sucesivas demostraciones, una de ellas el mismo 12 de diciembre en Barranquilla y otra el 26 de enero del año siguiente en Medellín.
Schmitt murió un año después en los Estados Unidos (Rutland – Vermont) mientras efectuaba unas de sus demostraciones.
Aunque Schmitt nunca pudo efectuar sus vuelos en Bogotá (debido a su muerte) y tuvimos que esperar para ver una aeronave en la capital de la República hasta 1920 cuando los alemanes Von Khron y Varsch aterrizaron en el campo de Muzú, pues es en esta ciudad en donde empiezan los homenajes y regalos por este centenario.
Al primero de ellos tuve el honor de asistir como invitado hace pocas semanas (espero sean muchos más homenajes, regalos e invitaciones). La inauguración de la nueva terminal internacional del aeropuerto Eldorado (la llamada T2 o contractualmente el Hito 6) en donde el regalo fue la entrega de esta obra. Sus operaciones fueron oficialmente autorizadas por el mismo Presidente de la República quien en comunicación directa con la torre de control y luego de oír el reporte de las condiciones meteorológicas, autorizó el inicio de las mismas. No he tenido la oportunidad de usarlo por lo tanto aquí terminan mis comentarios sobre este primer regalo.
Lo cierto es que la aviación de Colombia se merece el regalo completo ya que en Bogotá aún faltan por ejecutar los hitos 7 y 8 (ya que a la fecha solo se ha entregado el 70% del contrato del aeropuerto) los cuales están programados para entrega en el 2014. Éstos corresponden a la construcción de la Terminal Nacional y la demolición de la terminal actual (que supongo será la T1 no obstante ser terminada después).
Estoy seguro de que a Schmitt le hubiera encantado poder efectuar sus demostraciones hoy acá.
¡Muchas gracias por traer este espectáculo que sigue siendo la aviación!