Juan Felipe Reyes | El Nuevo Siglo
Lunes, 9 de Noviembre de 2015

“Idea de proyecto es incentivar el turismo”

ESTRIBOR

Cielos abiertos

 

No  hay que tenerle miedo a la iniciativa presentada en el Congreso, que pretende establecer un régimen de cielos abiertos en los aeropuertos de las ciudades del Caribe colombiano. La idea de este proyecto es incentivar el turismo en esa región. Hay que recordar que aviación y turismo, unidos, son la industria más grande del mundo. Los beneficios que producirá la implementación de dicho régimen serán palpables en esa región colombiana.

El transporte aéreo es un componente esencial de la infraestructura del comercio mundial. Las aerolíneas traen riqueza a todas las industrias que dependen de ella, incluido el turismo. Colombia debe proyectar su política aerocomercial hacia mayor desregularización y liberalización. Pero hay que hacerlo teniendo presente la esencia de los cielos abiertos. Estados Unidos se inventó, en la ola des-regularizadora y  liberalizadora de los gobiernos de Ford y Carter entre 1973 y 1978, la política aerocomercial de cielos abiertos. Con el único objetivo de permitir a las aerolíneas designadas libre acceso a mercados extranjeros para crear mayor flexibilidad y poder llevar a cabo su negocio con el mínimo de intervención del Estado. Es decir, EE.UU. ofreció a las aerolíneas de los Estados con los cuales celebró acuerdos de cielos abiertos libre acceso al mercado americano. Pero lo ofreció, si a cambio admitían a las aerolíneas americanas en sus mercados. Entonces, la política de cielos abiertos ha sido llevada a cabo por sus creadores bajo el principio de reciprocidad. Un intercambio equitativo de beneficios económicos. Hubo casos en la historia en los cuales EE.UU. obsequió valiosas rutas a Alemania y los Países Bajos por razones políticas no relacionadas con el transporte aéreo. Pero la regla general es que esta política de cielos abiertos ha sido llevada a cabo teniendo en cuenta, obviamente, el principio de reciprocidad.

Entonces, dicha iniciativa, si bien es una buena idea, debe  ajustarse y tener mucho cuidado con el método usado para hacerlo. Desde el punto de vista de acceso a los mercados, eliminar la condición de reciprocidad, no resulta justo con los operadores colombianos (más allá de que sean de propiedad de extranjeros), pues los pondría en una condición desfavorable e inequitativa respecto del acceso a los mercados de los Estados con los que haya régimen de cielos abiertos.

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Inaceptable que la Registraduría, con el pretexto de que están contando votos, haya suspendido el servicio de duplicado de cédulas de ciudadanía.

@ReyesJuanfelipe