Juan Felipe Reyes | El Nuevo Siglo
Miércoles, 6 de Mayo de 2015

ESTRIBOR

Libertad de expresión

La Corte Constitucional puso límites a la libertad de expresiónal fallar una tutela en la cual estableció que ninguna persona puede valerse de esta garantía para atropellar los derechos de los demás. De acuerdo con la corporación en muchos casos las palabras ofensivas o insultos disfrazadas de libertad de expresión atentan contra la dignidad e integridad de los seres humanos. Este pronunciamiento coincidió con dos importantes fechas directamente relacionadas con la libertad de expresión. La primera el Día Internacional del Trabajo y el segundo el Día Mundial de la Libertad de Prensa. Se relaciona con el Día del Trabajo porque resulta un clásico de esta fecha las manifestaciones y marchas en protesta por diversos motivos. Y, se relaciona con el Día Mundial de la Libertad de Prensa, porque en ella se materializa la máxima expresión de una democracia que es el derecho a expresar una opinión, un pensamiento etcétera. Como lo decía Voltaire: “No estoy de acuerdo con lo que dices, pero defenderé con mi vida tu derecho a expresarlo”.

No discrepo del todo con el alto Tribunal, pero si me parece que su alcance se quedó corto. Me referiré a la primera fecha. Debería también limitarse  la libertad de expresión en las marchas y manifestaciones en las cuales, algunos ciudadanos “disfrazados” literalmente se escudan en ese derecho para romper todo lo que se les atraviese.

La libertad de expresión incluye el derecho a protestar pero no a lanzar petardos, agredir miembros de la fuerza pública y romper todo lo que se les atraviese. Eso lo debía haber dicho la Corte Constitucional. Señores magistrados, si con ese tipo de actos vandálicos no se agreden los derechos de los demás y no se ejerce falsamente la libertad de expresión no sé entonces  en qué estamos. No se trata  de limitar la libertad de expresión solamente respecto de los insultos y palabras ofensivas. Pues, en la celebración del Día Internacional del Trabajo del pasado viernes quedó demostrado que se atropellaron los derechos de cientos de personas en varias ciudades de Colombia en el nombre de la libertad de expresión. Y de otra parte, existe una responsabilidad social de los padres de todos esos antisociales cobardes, encapuchados pero plenamente identificables y que salen en primera página del periódico lanzando piedras. ¿Dónde están? Ejemplar la madre en Baltimore que desenmascara a su hijo tirapiedras en plena faena.

@ReyesJuanfelipe