JUAN CAMILO RESTREPO | El Nuevo Siglo
Domingo, 30 de Marzo de 2014

Lo que dicen los indicadores

 

Como  en la sección de Noticias Uno, bien vale la pena detenernos un momento a analizar “lo que dicen los indicadores” que divulgaron recientemente por el DANE y DNP, sobre crecimiento de la economía y comportamiento de la pobreza en 2013. En especial en el sector rural.

En primer lugar, el comportamiento del PIB agropecuario en 2013: 5,2%. Un crecimiento por encima del promedio nacional (que fue del 4,3%), lo cual no se veía desde hacía quince años. Se continúa así la tendencia que traía el sector agropecuario en 2011 (2,1%) y 2012 (2,5%).

Han sido años, como se ve,todos de crecimiento positivo durante los primeros tres años de la administración Santos. Lo que contrasta con lo que sucedió durante los tres últimos años  la administración Uribe con el PIB agropecuario, que no pudieron ser más melancólicos: 2008 (-0,4%), 2009 (-0,7%), 2010 (0,2%).

Por eso resulta francamente risible que el  candidato del Centro Democrático, doctor Óscar Iván Zuluaga, se desgañite desde el fondo de sus precarias encuestas, diciendo que en el actual gobierno no ha habido política agropecuaria. Cuando los indicadores están diciendo todo lo contrario.

Buena parte (pero no toda la explicación) del buen comportamiento que muestra el sector agropecuario durante el último trienio, se explica por la recuperación de la producción cafetera.

Pero recordemos que esta recuperación no se dio fortuitamente: fue el resultado de una esmerada  política de apoyo por parte del gobierno a la renovación de los cafetales con variedades resistentes a la roya que está dando sus frutos.

Otra faceta interesante que “muestran los indicadores” divulgados recientemente tiene que ver con el comportamiento de la pobreza en las zonas rurales.

Aunque el gigantesco bache que por centurias se ha acumulado en contra de lo rural y en favor de lo urbano se mantiene,  y es muchísimo lo que falta por hacer, es  interesante notar cómo las últimas cifras divulgadas por el DANE y DNP sobre el comportamiento de la pobreza rural muestran también una interesante disminución los indicadores de precariedad en el campo.

En efecto, la semana pasada se divulgó la encuesta anual sobre el estado de la pobreza en Colombia. ¿Qué muestran estos indicadores? Que en 2013, de los 820.000 colombianos que dejaron lo que se conoce como el estado de pobreza monetaria, 410.000 estaban ubicados en las zonas rurales.

Y que el otro indicador para medir la pobreza que es el multidimensional (en el que no solo se miden factores de ingreso monetario sino otros elementos que influyen en la calidad de vida de las familias), muestra que 245.000 habitantes de las zonas rurales abandonaron su condición de pobres. Con lo cual la pobreza rural medida multifactorialmente se redujo 2,4 puntos porcentuales entre el 2012 y el 2013.

Todo lo anterior no significa, desde luego, que se haya superado el atraso y la precariedad de las zonas rurales colombianas. Y que acercar las condiciones de vida del campo a las que se disfruta en las ciudades no siga constituyendo uno de los principales desafíos de la sociedad colombiana para los años venideros.

El gran reto de lo que se denomina “posconflicto rural” no es otra cosa que eso: poner en marcha políticas públicas y estimular decisiones del sector privado que vayan en esa dirección: hacer converger las condiciones de vida de lo rural con lo urbano.

Los indicadoresque han salido últimamente deben hacernos pensar con optimismocontra las voces de Casandra que se escuchan a diario: vamos avanzando en la vía correcta.

¡Esto es lo que marcan los indicadores!