LA OTRA CARA
Sin rapiña
NI todos los campos del agro están devorados por la sequía, ni la mano de obra ha desaparecido, como se revela en algunas ocasiones desde principales estrados económicos, que muchas veces agravan la situación de la agroindustria, para desviar las miradas hacia otros negocios, propios para inversión y rentabilidad, según sus intereses.
Vichada, departamento aparentemente olvidado, celebra a escala local el primer puesto, alcanzado en la clasificación nacional de tierras productivas con 1 millón 400 mil hectáreas aptas para cultivos, de acuerdo con el estudio que divulga el Instituto Geográfico Agustín Codazzi.
Explica la Asociación Regional Agrícola y Ganadera que gradualmente la riqueza de sus tierras para producir, mejoraron en toda la Orinoquia del país y en varias ocasiones, no se les puso atención a esta perspectiva en aumento, porque dicen que, - en el gremio los departamentos centrales ejercen presiones ante Gobierno y dirigencia de programas nacionales para el agro, al buscar ventajas en inversión y ejecución de planes-
Rectifican los productores algunas publicaciones nacionales de 1997, que descartaron su agro por una presunta infertilidad de sus tierras y ambiente selvático.
Hoy, con este primer lugar en tierras productivas, sostienen que aparte de su cultivo comercial como el cacao, el crecimiento puede darse en yuca, maíz y plátano, junto a pesca y a reservas mineras, si se hace explotación estratégica sin provocar depredación.
La clasificación es meritoria si se tiene en cuenta que aunque con pequeña diferencia, superó a Antioquia, en segundo lugar, y a Meta, en la tercera casilla.
ES oportunidad para intensificar programas conjuntos de empresa privada del agro y el ministerio de Agricultura, toda vez que Vichada cobra importancia como esquina limítrofe con Venezuela, en la que se reflejan los problemas actuales del vecino país.
Hace un año es centro de recibo de desplazados que han cruzado la frontera buscando mejores condiciones económicas y sociales. Sin duda, agro y artesanías pueden ser materia laboral y de desarrollo social, sin dejar aparte el turismo, sin protocolos empresariales, sino al natural.
El panorama de tierras productivas es alentador para un futuro. Vale advertir que iniciativas gubernamentales y gremiales del agro para impulsar desarrollo exigen concertación para evitar desplazamientos masivos, que sin orden, pueden provocar alteraciones sociales.
Se ratifica la otra cara del país, con valores humanos y materiales en espera, como en este caso con el agro. Hay buena señal para colocar a Vichada en la plataforma económica fronteriza, con planeación y sin rapiña.