Primero hacer                                                                                                                                                 

Los  comentarios desprevenidos de los ciudadanos del común, frente a  proyectos de desarrollo nacional, anunciados por el Gobierno, con frecuencia cobran más importancia que las mismas declaraciones o intervenciones de los funcionarios. Al valorar esas opiniones y sopesarlas se llega a conclusiones merecedoras de difusión. Muestran poca credibilidad en lo prometido, porque se han repetido, con iguales características en distintos gobiernos.    

A dos semanas de cerrar el año, el Gobierno basado en su papel de entregar resultados, con ejecuciones de impacto, y a su vez, contrarrestar reacciones tras el duro golpe sufrido por el país, con el fallo de la Corte de La Haya, lanza planes para atraer a habitantes de distintas regiones. Ahora se coloca en la carpeta de perspectivas para el próximo año, la creación del plan -Fronteras, polos de desarrollo-.

La iniciativa es una de las decenas de propuestas frustradas, que duermen en archivos de la Nación y en portafolios de gremios y asociaciones empresariales y comunitarias. También han sido parte de la bandera electoral de aspirantes a gobernaciones, alcaldías y curules en el Congreso.

Hacer polos de desarrollo, en lugares estratégicos, es vieja aspiración de quienes residen en fronteras, desaprovechadas hace décadas, pero sus habitantes, han sido ilusionados en medio de lluvia de ideas que provocan jolgorio y luego, se convierten en flor de unos días. No por ser antiguos propósitos se pretende ahora desvalorizarlos. De lo que se trata es que se realicen sin esperas.

A La Guajira, Cesar, Norte de Santander, Arauca, Vichada, Guainía y Vaupés, ha llegado apenas, el eco de los anuncios. Nunca la acción ejecutoria para el oriente. Igual reflejo hay  en el sur. Nariño, Putumayo y Amazonas, deberían ser potenciales económicos, sin resentir riqueza natural. Esos departamentos, han recibido el mismo mensaje en los últimos 20 años. Todo está  en archivos del olvido.

Si se pisa el acelerador del desarrollo se encuentra a San Andrés, que aguarda con urgencia el comienzo de su Plan de recuperación. Van tres anuncios hechos por el Gobierno para el archipiélago. No se sabe cuándo comienza, ni por dónde  prenderá motores, ojalá sin las interferencias del caciquismo.

Empresa privada, incluida la extranjera, establecida en el país, está obligada a integrar equipo productivo con la ciudadanía.

En algo se pueden acercar los débiles a los poderosos. La desigualdad social, es título que ostenta Colombia en América. Una razón para reiterar que es mejor, hacer primero, y después mostrar lo hecho.