El “Día F”
“Perdió Fedegán y pierde Friogán si también se liquida”
EN el lenguaje castrense, el “Día D” es la fecha definida para asestarle al enemigo un golpe contundente, a partir de una operación estudiada y organizada con cuidado y absoluto secreto.
El 27 de mayo de 2016 quedará registrado para la ganadería colombiana como el día en que el Gobierno, a través del Ministro de Agricultura, Aurelio Iragorri Valencia, asestó el golpe final al Fondo Nacional del Ganado y, seguramente, a la empresa Friogán S.A., en su afán de retaliar contra Fedegán, un verdadero “Día F”, y todo por el único pecado de no comulgar con la política agropecuaria del Gobierno y, principalmente, con el hecho de haberla puesto sobre la mesa de negociaciones de La Habana, junto con el futuro del campo y la libertad de sus productores, los ganaderos principalmente.
Digo mal, nuestro pecado no ha sido el desacuerdo mismo, sino la posición valiente de expresarlo públicamente. Bien decía Vicky Dávila en reciente entrevista radial -y ella sabe por qué lo dice-, que “tener valor es muy importante en este país, pero tener valor cuesta mucho”.
A Fedegán le ha costado una lesión enorme a su buen nombre y su trayectoria histórica al servicio de la ganadería, además de la pérdida de la administración del Fondo Nacional del Ganado, un logro de la Federación hace 22 años, gracias a su representatividad y capacidad administrativa, las cuales empezaron a ser cuestionadas sistemáticamente con mentiras y medias verdades, desde la tristemente célebre gestión de Juan Camilo Restrepo.
Durante 21 años cumplimos rigurosamente con informes semestrales de gestión, sin observación alguna del Ministerio; durante 21 años todas las decisiones se tomaron en la Junta Directiva presidida por el Ministro de Agricultura o su delegado; durante 21 años fuimos auditados por la Contraloría General de la República con calificaciones que desearían muchas entidades del Estado, empezando por el Madr. Y lo más importante, durante 21 años mostramos resultados reconocidos a nivel nacional e internacional; resultados que hoy están en riesgo.
Pero no le bastó al Ministro quitarle a Fedegán la administración del Fondo Nacional del Ganado, sino que fue más allá y, sin reparar en el gran daño a la ganadería, lo llevó a su liquidación con argumentos y acciones que no resisten análisis y, por ello mismo, quedaran en manos de la justicia y de las instancias disciplinarias del Estado.
A Friogán S.A. le podría costar su subsistencia. El sacrificio de ganado es todavía una deuda de la política pública y Friogán es parte de esa necesaria transformación. La empresa enfrentó dificultades por la pérdida del mercado venezolano y la prórroga del Decreto 1500 de 2007 en beneficio de la informalidad. Aun así, tiene posibilidades de recuperación en el marco de la Ley 1116 de 2006, algo que el Ministerio insiste en impedir, para llevarla a liquidación y entregarla a los acreedores. No ha valido la solicitud expresa del Gobernador de Antioquia al presidente de la República, frente a un plazo angustioso que expira el 31 de mayo; ni ha valido siquiera la oferta de un inversionista interesado en capitalizar la empresa, que llegó al Banco de Occidente a saldar la deuda del mayor acreedor y fue rechazado.
Perdió Fedegán y pierde Friogán si también se liquida; perdieron la parafiscalidad y la institucionalidad gremial; perdieron 349 empleados del Fondo que hoy no tienen empleo; y perdió la ganadería. Pero no importa, si el Ministro logra su “Día F”.
Nota bene. Una pregunta: ¿A quién realmente le estorban Fedegán y Lafaurie? Esperen a que llegue el postconflicto y el nuevo campo colombiano al estilo Farc.
@jflafaurie