MIEDO A ENERO
Plegaria a los Reyes Magos
SIEMPRE le he tenido miedo a enero. Se inicia el año y todo sube, viene la cascada de impuestos (Predial, Patrimonio, -se disimula con el nombre de gravamen a la Riqueza-, de Renta, de vehículos. Se reajustan las multas. El costo de la Vivienda, de la Salud, de la Educación, del Transporte, de los Seguros, asciende. Los salarios se revisan en menor proporción que las alzas.
Los Reyes Magos visitaron al niño Jesús en el pesebre. Parece que este fue circuncidado el 6 de enero. Le llevaron oro, incienso y mirra. Desconozco cuánto poder tuvieron Melchor, Gaspar y Baltasar, pero a ellos recurro, para que si todavía tienen influencia o existe la prolongación de sus dones, frente al costo de la vida, contribuyan a paliar nuestra amargura.
Baltasar no es Barack Obama, Gaspar es diferente a Juan Manuel Santos y Melchor distinto a Fidel Castro. A lo mejor los Reyes Magos son invento del Cristianismo. La magia, como la lotería, es incierta. Puede que tape, con la reforma tributaria el abultado déficit fiscal, con impacto demoledor sobre nosotros los mortales, lo cual tampoco impedirá el incremento del gasto público, ni abrirá las puertas al ahorro.
Los emperadores romanos recurrían a las pitonisas, a los astrólogos. Desde Constantino tuvieron en cuenta a los Reyes Magos, mensajeros de paz, quienes, según la tradición, desafiaron al rey Herodes, empeñado en descubrir donde estaba el niño Mesías para exterminarlo. Tal vez, su invocación influya para acelerar los diálogos tendientes a que en Colombia convivamos de manera civilizada.
“Si los Santos los del más allá y el de aquí no hacen milagros, menos los producirán los Reyes Magos, que no eran reyes sino seguidores de los astros, especialmente de una estrella y cuando visitaron al niño este ya no se encontraba en el pesebre”, me señaló un amigo. Aduje que eran sabios y un Papa, hace muchos años, los declaró santos. Nada pierdo con elevar esta plegaria. Al menos la dejo como constancia de un justo anhelo colectivo en este primer tramo del 2015.
De ella excluyo a las empresas que ganaron las licitaciones para desarrollar las obras de infraestructura que no serán mágicas sino consecuencia de un trabajo complejo de ingeniería que impulsa el vicepresidente Germán Vargas Lleras. A propósito de magia, recuerdo cordialmente a distinguidos compatriotas de San Andrés y Providencia que conversaron con el comandante Daniel Ortega, presidente de Nicaragua, quien les dijo que el mar es de los raizales del archipiélago a pesar de la sentencia del 2012, que sin tratados estas son frases en el aire y en el aire está Colombia en la Corte de La Haya a la espera de que ella se declare no competente, como debe hacerlo, de conocer la demanda de extensión de plataforma continental.