¡Independencia! | El Nuevo Siglo
Lunes, 19 de Julio de 2021

“¡Independencia! grita el mundo americano”, comienza la segunda estrofa de la oda que el entonces poeta Rafael Núñez antes de ser presidente escribió inicialmente en conmemoración de la independencia de Cartagena. En 1920 es adoptado por el Congreso como el Himno Nacional de la República.

Así, la independencia sobre la cual se erigió el orden internacional y la consolidación de los estados nacionales en las nuevas repúblicas americanas durante los siglos XIX y XX es más que un concepto, es un símbolo y legado fundamental que no solo abarca la resistencia al colonialismo hispánico, sino que se erigió desde el cambio del antiguo régimen con la Revolución francesa y su declaración de los derechos del hombre y del ciudadano en una filosofía política que aún despliega su espíritu: el liberalismo.

Este año se cumplen 200 años del Congreso de Cúcuta (1821) en el que Francisco de Paula Santander, pronunció su famosa frase: “Colombianos: las armas os han dado la independencia, las leyes os darán la libertad”, actualmente inscrita sobre el frontispicio del Palacio de Justicia, ubicado en el costado norte de la Plaza de Bolívar en Bogotá, que señalaba el desafío de construir repúblicas civilistas sobre un orden legal. A pocos metros, pasando la calle en la esquina se encuentra la Casa del Florero, Museo de la Independencia, construcción colonial que hace parte junto con el Florero de Llorente del mito fundacional de nuestra independencia.

La independencia significaba no solo libertad sino ciudadanía, igualdad ante la ley y goce de los derechos naturales de todo ser humano.  En la idea de independencia subyacen entonces banderas revolucionarias, memorias patrióticas y anhelos republicanos. Y hace parte del ideario grande de América.

¿Qué significa hoy la independencia? Más que una respuesta totalizante es necesario destacar los elementos fundamentales que comprende: libertad y ciudadanía en su forma de expresión de la voluntad del pueblo. Ese que hoy protesta y se expresa, por ejemplo.

En los años 90, con la nueva Constitución del 91, hubo un avance sustancial de reconfiguración del Estado y el poder; se profundizó la independencia de poderes, la democracia participativa y el ejercicio de las libertades, aún con un fuerte poder presidencial.

Pero, en el siglo XXI se introduce con fuerza en el discurso político la noción de la seguridad, con la cual se ha pretendido subordinar los elementos de la independencia. Esta noción, facilitada por los efectos del atentado a las Torres Gemelas y la nueva guerra contra el terrorismo (Bush), en medio de la persistencia de la ideología de la guerra fría y el enemigo interno, derivó hacia las restricciones de los derechos, generando nuevas tensiones entre autoritarismo y democracia.

Hoy independencia es libertades y derechos; ciudadanías e inclusión. Tal vez para retomar el rumbo, la fecha del 20 de julio se debe celebrar con una reflexión nacional sobre los avances del respeto y efectividad de los derechos y la construcción de ciudadanía para completar la otra parte de la frase de Santander “las leyes os darán la libertad” y cada vez más pasar del dominio de las armas al dominio de las leyes. Por ejemplo, menos autoritarismo y represión y más ejercicio de libertades e independencia de poderes.

@Fer_GuzmanR