Incógnita en Argentina | El Nuevo Siglo
Lunes, 20 de Noviembre de 2023

Al momento que se escribe esta columna se anuncian los resultados de la elección presidencial en Argentina, que dan como ganador al “libertario” Javier Milei, quien recibió catorce millones y medio de votos. Candidato que para  la segunda vuelta moderó su discurso incendiario  con el que  en las elecciones primarias y en la primera vuelta,  logró abrirse paso para captar el voto protesta de muchos sectores molestos con el gobierno de Alberto Fernández y Cristina Kirchner, con el ministro  candidato Sergio Massa,  y con la herencia política que ellos representaban, pero sobre todo con una situación económica  insostenible.

¿Salto al vacío? ¿Cambio inevitable por el evidente desgaste del peronismo?, ¿Suicidio democrático? ¿Triunfo de la antipolítica? ¿Nuevo comienzo?, ¿Real esperanza? ¿Reorientación geopolítica en la región? Los análisis se atropellan a esta hora en el mundo entero.

Aún antes de que se comunicara oficialmente el resultado por el órgano electoral, Sergio Massa reconoció su derrota y deseó éxito a su sucesor, gesto que muestra la contundencia de los resultados -más de 11 puntos de diferencia-, así como el respeto por la voluntad popular y las reglas democráticas.   

La mayoría de los electores quería un cambio y el ahora ganador supo encarnar de la manera más eficaz esa expectativa.

Muy rápidamente se sabrá si los argentinos han elegido un presidente que sin desdibujarse buscará ampliar su base y su equipo para generar confianza y gobernabilidad; o si le han dado el poder a un demoledor del sistema, como el mismo se presentaba en sus primeros anuncios, que no está dispuesto a ceder un ápice de su doctrina ultraliberal. Pronto se podrá saber si algunos de sus discursos y  gestos irracionales  eran un elemento de marketing, o si en verdad han elegido a “un loco”, como no pocos analistas  lo  anunciaban. 

Su primer discurso con un contenido apenas básico, mostró un tono sobrio, sin estridencias, en el que sin dejar de afirmar su ideario liberal, hizo una invitación a todos los sectores a sumarse a los cambios necesarios y urgentes. Hizo énfasis en la necesidad del respeto a rajatabla de los compromisos de las autoridades, en un Estado reducido  y su  aspiración de llevar a la Argentina a un sitial de potencia, con una creencia renovada en el mercado y en el respeto de la propiedad privada, y con reiteradas referencias al modelo de país del siglo XIX.  

Como mensaje tranquilizador para el mundo, afirmó su compromiso con la democracia, el comercio libre y la paz.

Habrá que esperar al 10 de diciembre -fecha de su investidura-, al gabinete que conforme, a los reequilibrios que se generen en el Congreso y en las provincias de ese particular Estado federal, y a las primeras medidas que el nuevo presidente adopte, para que se comiencen a resolver todas las incógnitas que la referida elección suscita. 

@wzcsg