¿Iglesia avala matrimonio homosexual? | El Nuevo Siglo
Miércoles, 31 de Enero de 2024

Nada más falso y tendencioso que las afirmaciones que se hacen respecto a que el Papa y la iglesia aprueban el matrimonio entre parejas del mismo sexo. Me permito analizar el caso: La Santa Sede emitió una declaración que se titula Fiducia Supplicans, donde pretende explicar el significado pastoral de la bendición y ofrece línea al clero para emitir bendiciones a las personas, dentro de ellas a quienes conviven en pecado o en unión libre por diferentes causas, como también para las parejas de personas homosexuales o mujeres lesbianas que comparten sus vidas.

El documento es muy claro en diferenciar una bendición pastoral a lo que todo sacerdote esta en potestad de otorgar, lo cual no significa que con ello se esté generando una bendición que es la litúrgica y por lo tanto sacramental, la misma que hace parte de la estructura doctrinaria de la iglesia y que solo se otorgan en aspectos muy concretos como el bautizo, la confirmación, la primera comunión, el matrimonio, extremaunción y otras más en situaciones del orden litúrgico, mientras que la bendición pastoral es un acto de misericordia con toda persona que la solicite. Jesús en el evangelio bendecía a todo aquel que se le acercaba. “Dios bendice a quienes confían totalmente en Él, pues ellos forman parte de su reino. Dios bendice a los que sufren, pues El los consolara…” Mateo 5,3.27.

La gran mayoría de sacerdotes y prelados otorgan la bendición a toda aquella persona que se la solicite y sin preguntar si está casado por la iglesia o si vive en unión libre o pertenece a cualquier otra religión, o si es gay, tampoco le pregunta si es delincuente o cualquier otra cosa, simplemente le otorga la bendición pastoral para tranquilidad de su alma. Por lo tanto, toda persona que necesite una bendición, Dios se la concede a través de sus ministros, pues cualquiera que sea su situación personal, la bendición ayudará a mantener su fe y en muchos casos a reflexionar, si es que se encuentra en pecado, lo cual no significa que esté perdonado, el perdón se logra a través de la confesión y la enmienda de salirse del pecado y no volver a él.

Entonces, en este orden de ideas, la Congregación para la Doctrina de la Fe, a través de la Declaración Fiducia Suplicanns, explicada por el Cardenal Fernández prefecto de Doctrina y Fe, ha querido dar claridad a este aspecto, afirmando que la iglesia no tiene el poder de impartir la bendición a unión de parejas del mismo sexo.

Es mi deber como católico dejar claro que personalmente no comparto ese tipo de uniones, pero no soy nadie para condenar a aquellas personas que a través del libre albedrio otorgado por Dios, decidan orientar sus vidas, porque fácil es para quienes somos heterosexuales, asimilar nuestra condición natural, pero no estamos en los zapatos del otro para juzgar sus decisiones. Solo Dios tiene esa facultad y cada persona es libre de orientar su vida conforme a su propia voluntad y responsabilidad. Por lo tanto, en mi sentir, quiero reafirmar que la iglesia católica no aprueba la unión de parejas del mismo sexo y si algún sacerdote o prelado lo hiciere, está fuera de doctrina.

arangodiego@hotmail.com