HORACIO GÓMEZ ARISTIZÁBAL | El Nuevo Siglo
Sábado, 18 de Octubre de 2014

Apoyó a la Regeneración

Después  de la Independencia, no fue fácil acostumbrar a los neogranadinos a la convivencia pacífica. Aquel épico estado de alma había creado un estilo de ser, arriscado y pendenciero, imposible de eliminar en forma instantánea. Los hijos de trinchera continuaron con sus resabios militares. Y esto ocurrió en toda América. Bolívar pronunció una frase famosa:

“Los próceres nos dieron la libertad, pero ¿qué hacemos para someterlos a la Ley?”. La restricción de las leyes los asfixiaba, sus espadas inactivas se desvainaban solas. En la guerra acariciaban los libros, en la paz empuñaban las armas. De lo expresado son vivos ejemplos Tomás Cipriano de Mosquera, Julio Arboleda y Rafael Uribe Uribe. Rafael Uribe participó en cuatro guerras: 1876, 1885, 1895 y la de los Mil Días. Estas grandes figuras, muchas veces extraviados querían ser a un mismo tiempo guerreros y humanistas, letrados y estrategas, escritores y mariscales, parlamentarios y militares.

Unos de los grandes logros de la Constitución de 1886 fue darle al país más de medio siglo de paz. Los radicales en 25 años de gobierno sufrieron 15 guerras civiles y 28 revoluciones. Rafael Uribe Uribe expresó: “Si renuncié a ser revolucionario con las armas, no he renunciado a ser revolucionario con las ideas”. Fue funcionario estrella en la época de la Regeneración. Ministro, diplomático, parlamentario. Precisamente su muerte tuvo que ver con su protagonismo en el gobierno de Concha. Algunos liberales lo perseguían por el apoyo a la derecha. Su socio de oficina al ser nombrado ministro de Obras Públicas, por razones de austeridad fiscal eliminó a muchos empleados y obreros. Dos de ellos fueron Jesús Carvajal y Leovigildo Galarza los brutales autores del atroz e infame asesinato de Rafael Uribe.

Muchos escritores, historiadores e investigadores cuando atacan la época de la Regeneración, hablan de su espíritu excluyente y su voluntad hegemónica. Y esto no es históricamente exacto. Fueron colaboradores excepcionales Rafael Uribe -aplaudió a Reyes cuando cerró el Congreso-, Lozano Torrijos, Baldomero Sanín Cano y otros caracterizados caudillos liberales. El liberalismo apoyó varias candidaturas conservadores de la Regeneración. Se critica que solo Uribe Uribe y Robles fueron parlamentarios liberales. En 1934 no hubo parlamentarios conservadores, pues la convulsionada política condujo a la orden de no votar por falta de garantías. Cosas ingratas de la política.

Rafael Uribe Uribe nació en Valparaíso Antioquia en 1859 y fue asesinado a la entrada del Capitolio el 15 de octubre de 1914. Se conmemora un siglo de su inmolación. Fue miembro de la Comisión Asesora de Relaciones Exteriores, diplomático en la Argentina, Chile y Brasil. Autor de multitud de estudios, ensayos, libros y ponencias de enorme interés. Citemos títulos de varios trabajos y volúmenes: Amor al pueblo, No es pecado ser liberal, Diccionario de Galicismos, El Tratado de Neerlandia, El banano, Por la América del Sur.

Rafael Uribe fue un caudillo de excelsitudes humanas, morales y físicas extraordinarias. Encarnación de las mejores virtudes.