LOS altos funcionarios públicos y, en general todos empleados de responsabilidad del Estado, deben actuar en coherencia con las políticas de gobierno y los lineamientos que fija el Presidente de la República, porque al no estar de acuerdo, deben retirarse o deben ser retirados de sus cargos.
No son comprensibles para la opinión pública, y poco favor le hace a la imagen del gobierno, las declaraciones de algunos ministros de Estado que van en contravía con las políticas y objetivos de la administración nacional.
En días pasados, cuando llevaba pocos minutos de posesionarse, la Ministra de Ciencia y Tecnología dijo que ella no estaba de acuerdo con el denominado fracking para aumentar la producción de petróleo, no obstante que el gobierno actual se ha dedicado a lograr implementar este sistema, tomando todas las medidas adecuadas para no causar daños ambientales e incluso, iniciando algunos proyectos piloto que no hagan daño al medio ambiente.
Y qué decir cuando en días pasados el presidente saliente de Anif propuso estudiar la posibilidad de suprimir los aportes del fisco nacional a las cajas de compensación familiar, lo que llevó al Presidente de la República a que manifestara que no era iniciativa del gobierno esa propuesta y que por el contrario, estas cajas lo requerían era de un apoyo mayor, ya que habían prestado una gran labor al bienestar de la clase trabajadora colombiana; estas declaraciones tranquilizaron tanto a los administradores de estas cajas , como a los líderes de los trabajadores. Sorpresa nos llevamos cuando días más tarde, el Ministro de Hacienda salió con una incomprensible actitud contraria a la de su jefe al decir que esa era una propuesta importante para ser estudiada.
Con posterioridad, se presentó la detención de la exsenadora Aída Merlano en territorio venezolano por las autoridades de policía de ese país; la Ministra de Justicia sale a decir que le pedirán al Presidente interino Juan Guaidó la extradición de esta exsenadora que se fugó de un consultorio Odontológico en Bogotá cuando la habían llevado de la cárcel a una consulta. La pregunta que uno se hace es si lo que querían era dejar en evidencia que Guaidó no tiene el control de las autoridades venezolanas o simplemente “hacer el oso”.
Por último, respecto al proceso de paz y su implementación en el foro Colombia 2020, la Ministro del Interior dijo que el acuerdo con las Farc “es un acuerdo semifallido” cuando ese mismo día se encontraba en Colombia un alto funcionario del gobierno de los Estados Unidos quien haría un anuncio de aporte a la implementación del proceso de posconflicto con ese movimiento guerrillero y en contravía también con las declaraciones presidenciales.
Con esta serie de contradicciones se hace necesario que el gobierno haga un ejercicio interno para tener una sola partitura, pues de lo contrario lo que están haciendo algunos funcionarios es darle motivos a la oposición y a sus críticos.
Que tan importante sería que se les diera instrucciones a los altos funcionarios de la coherencia que se debe tener en el gobierno. Cuando uno está al servicio del Estado, no puede tener opiniones personales y lo que expresa un Ministro así sea en un ambiente cerrado, se entenderá como posición oficial.