Guillermo Franco Camacho | El Nuevo Siglo
Sábado, 28 de Febrero de 2015

Gómez M.

 

Alfonso Gómez Méndez resucita, cual se deduce del reportaje “¿Por qué estuvo tan callado y ahora rompe su silencio?”, a María Isabel Rueda; la columna del exministro fue leída con atención por quien escribe, ojalá se reanude, y entre sus tesis se coincidió en lo relativo a la responsabilidad política. Causó extrañeza su desaparición del gabinete ministerial porque se consideraba fija su continuidad; poco a poco se hizo aparente la causa: divergencias con Eduardo Montealegre, fiscal general de la nación. Desde luego, es probable que el Presidente de la República tenga explicación específica como seguramente ocurre con la tolerancia hacia Nicolás Maduro.

Se comparte con Gómez Méndez lo siguiente: 1) delimitar las obligaciones públicas del ministro de Justicia, la representación del Inpec incluida, para dedicarse “a fijar la política criminal y a servir de interlocutor político de la justicia”, 2) desaparezcan  “todas las funciones electorales de las altas cortes”, 3) respaldar el proyecto de paz del presidente Santos al considerarlo el más estudiado por incluir las Fuerzas Armadas, 4) hubo aspectos positivos en las gestiones de Belisario Betancur (las causas objetivas y subjetivas), Álvaro Uribe (reducción de la potencia de la guerrilla) y Andrés Pastrana (fortalecimiento de las Fuerzas Armadas), 5) obvio: la paz se logra mediante negociación, 6) en materia de justicia transicional  acentúa lo relativo a “algo de justicia, toda la verdad, toda la reparación”, 7) “Colombia necesita partidos políticos de verdad”, 8) “Vargas Lleras podría llegar a ser candidato del liberalismo, si retoma el camino que abandonó”, 9) “la función de un Fiscal, como la del Procurador y el Contralor, es mostrar a la sociedad resultados…; todos ellos deberían ser noticia por sus decisiones y no por sus opiniones”, 10) la prudencia y discreción en los debates públicos y 11) desaparecer el jolgorio de los funcionarios judiciales.

Ojalá Gómez Méndez profundice en lo relativo a no ser algo nuevo la justicia transicional en nuestro medio, coincida con el expresidente Gaviria y se conozcan sus opiniones y soluciones respecto a las megapensiones, los paros y la restructuración judicial, incluyendo facultades discrecionales, testigos y testimonios falsos.

Paréntesis-. Se lamenta el fallecimiento de Jaime Ayala Ramírez a quien se conoció en el Instituto de Investigaciones Tecnológicas (no  debió clausurarse) y se tuvo amplio diálogo, bajo su dirección, en Colciencias.