BLANCO Y NEGRO
A 15 días de la paz
El “control político”, radial al que se sometió el fiscal Montealegre, durante más de dos horas con Darío, Álvaro y demás periodistas de Caracol, sirvió para mostrar una nueva cara del organismo inquisidor y la puesta en marcha de una justicia moderna, más ágil y confiable. El frente a frente con un país a través de un medio de comunicación, nos permite encontrar la verdad en quienes deben dar la cara por sus actos. Tal vez, es mucho mejor una rendición en esta forma, que en una tediosa, parcializada, e interesada sesión de un Congreso que poco estudia y poco profundiza.
Montealegre tocó todos los temas y absolvió muchas de las acusaciones, preguntas y dudas que se ventilaban durante los últimos días. Habló sobre Saludcoop y dejó un poco de tranquilidad. Fue vehemente y fogoso al responder hasta los más difíciles interrogantes de los periodistas y tuiteros.
Tal vez exagerado el número de comunicadores sociales en su nómina -80 en total- pero lo justificó por la gran cantidad de noticias que produce su despacho. Los otros contratos y la lupa que le han puesto sobre su labor, recibieron explicaciones a veces comprensibles y de pronto justificables.
En medio de tan riguroso “control político”, dio la “gran chiva”. Su dependencia se prepara a marchas forzadas, seguras y justificables, para la paz, que confió estar a 15 días. ¿Cómo analizar esas palabras de tan alto funcionario? Pues que la cosa está a punto de caramelo, más cerca de lo que imaginábamos. Claro que después vino el baldado de agua, porque advirtió que este anhelo nacional e internacional, se logrará en el 2016. Pero la cosa no paró allí, porque explicó que la justicia transicional operará para todos por igual: para los insurgentes, los militares, los civiles, los gremios y los funcionarios del Estado que tuvieron algo que ver con esta violencia, con esa guerra de los 50 años.
Al Fiscal le fue bien y pudo responder al “control político” de los periodistas y los colombianos que preguntaron sobre lo divino y lo humano, a través de las redes sociales, pero se le fue la lengua al desbordarse con los periodistas que se apartan de sus planteamientos y actuaciones.
Blanco. Por fin diálogo Santos-Maduro. Pero ojo con la sinceridad del vecino.
Negro. El terremoto que enluta a la gran nación chilena.