El entonces alcalde
Cayó el telón del entonces alcalde Petro, después de dos largos años de un desastroso gobierno que casi acaba con la capital del país, con la justicia colombiana a la que enfrascó en un laberinto, con un movimiento político joven y prometedor, y con toda suerte de esperanzas ciudadanas. El otrora fogoso y sugestivo parlamentario quedó tendido y maltrecho en el terreno político, porque no dio la talla como gobernante. Su fortaleza en la curul, con la cual demeritó justa o injustamente a personajes de la vida nacional, no combinó con su actuación como alcalde.
Como lo señala el editorial de El Nuevo Siglo, de paso, se llevó al abismo a la Comisión de Derechos Humanos de la OEA, tribunal que ignoró, maliciosamente, las normas que rigen el Derecho Internacional, al igual de lo ocurrido con la Corte La Haya en el caso de los derechos de Colombia sobre el Mar Caribe. Esos tribunales deben desaparecer, porque solo funcionan para crear conflictos en donde no existen.
El entonces alcalde, ignoró todas las normas que rigen en una ciudad. Llegó a destruir, no a construir. Dejó esta ciudad repleta de huecos, porque como algunos de sus antecesores odia los carros. Malogró el Plan de Ordenamiento Territorial y expidió el suyo por decreto, cuando el Concejo en su sabiduría no se lo aprobó por inconveniente e inconstitucional. Esta semana, por fortuna el Consejo de Estado lo tumbó, y seguramente enderezará el impulso de la construcción en el Distrito Capital, ahora en buenas manos.
Fueron innumerables las normas y determinaciones desastrosas de Petro. Nadie se explicaba cómo, el entonces alcalde, caminaba al revés en todo, la torpe manera como actuaba y la terquedad que siempre lo acompañaba.
No fueron las basuras su única ineptitud, impericia e incompetencia, fueron sus desaciertos y fallas en todo lo actuado. Es el peor alcalde que se haya visto, y a juzgar por el dudoso manejo de los carros de las basuras, que gastan 1.400.000 pesos diarios en ACPM, permitió el despilfarro y la corrupción.
Duro el trabajo que le corresponderá a Rafael Pardo ahora y a quien se elija posteriormente, para enderezar lo que deja el entonces alcalde.
Blanco. El crecimiento del 4.3% de la economía en el 2013.
Negro. La rastrera y despreciable manera de combatir al presidente Santos con videos que una oposición abyecta difunde.