¡Feliz Navidad! | El Nuevo Siglo
Lunes, 24 de Diciembre de 2018

Me siento afortunada de poder escribir justo hoy, un día que el que consciente colectivo se une en torno a vivir una noche con la familia y los amigos. Este tiempo decembrino ha cambiado mucho. El consumismo se ha exacerbado, nos embuten la Navidad desde septiembre y nos venden adornos durante todo el año en un afán para mover la caja registradora del comercio. Pero esta celebración es más espiritual, o al menos es la invitación que quiero hacerles.

 Un momento para sentir la felicidad de estar rodeados a quienes queremos y nos quieren y compartir un tiempo en calma. Tal vez si pudiéramos bajarle la velocidad a la vida, podríamos darnos cuenta del minuto a minuto que nos sucede y que deberíamos poder aprovechar mejor.


En días pasados, en una de las reuniones de despedida del año con mis amigas del colegio, una de ellas nos propuso hacer un ejercicio de recogimiento. Nos pidió que cada una le dijera a otra algo por lo que se pudiera sentir agradecida. Al principio quedamos medio mudas (en una reunión de amigas de colegio eso es un imposible) pero consternadas, tratando de buscar momentos en el pasado de nuestras infancias y adolescencias algo por qué agradecer, nos llevó a recordar travesuras, maldades, profesoras, anécdotas y como resultado de la operación, las carcajadas fueron estruendosas, con dolor en la barriga y lagrimones que nos escurrían por las mejillas.

 Después de un rato, alguna anotó que nos habíamos desviado del ejercicio y que no estábamos dando las gracias, sino que nos estábamos burlando de nosotras mismas. Pues bien, nuestra líder de ejercicio nos tranquilizó diciendo que con las risas estábamos subiendo la energía de la felicidad y la alegría y que había llegado el momento de hacer la segunda parte que consistía en pedir un deseo con cara de propósito para el año 2019.

 Cada una prendió una velita y sonrientes deseamos que nos llegaran los buenos propósitos. Fue un momento muy especial.

Así que les propongo desde este espacio que en esta Noche Buena creen un momento de mucha felicidad y de regocijo (más allá de los regalos materiales y de la buena comida) y que le puedan decir a algún familiar algo concreto por lo cual se sienten agradecidos con el/ella.  

El agradecimiento es una llave mágica que abre la abundancia en el universo y que permite que más de lo que uno agradece, le llegue a uno a la vida.
Por mi parte les quiero agradecer por leerme, por los mensajes que me dejan y comparten. Este fue un año maravilloso en términos de creatividad y escritura, y me siento inmensamente feliz por ello. Espero que pasen una Feliz Navidad y que todos los regalos espirituales que se merecen ustedes y sus familias les lleguen en su tiempo y correspondencia. Prenderé una velita esta noche por ese deseo.