Espacio para la política | El Nuevo Siglo
Martes, 8 de Junio de 2021

Anhelamos el fin del conflicto armado y la paz duradera. Nuestra historia política de las últimas cuatro décadas se puede sintetizar en esta idea, la cual de una u otra forma ha guiado el devenir de la sociedad y del Estado. La adopción de la Constitución de 1991 marcó el inicio con la apertura democrática y la trasformación hacia un Estado Social de Derecho. Durante el siglo XXI se ha buscado poner fin al conflicto con paramilitares y guerrilleros. El último gran esfuerzo que logró concretarse fue el Acuerdo de Paz con las Farc en 2016, el cual se mantiene en medio de una difícil implementación y de la violencia sistemática, con el asesinato de más de 270 firmantes del acuerdo.

Constitución y Acuerdo de Paz son logros fundamentales que implican profundizar el diálogo social y la política para tramitar sus desarrollos, así como las reivindicaciones y demandas ciudadanas. Sin embargo, los mecanismos de democracia representativa y participativa parecen no funcionar adecuadamente. Y la actual crisis socioeconómica, de gobernabilidad y de representación política no se supera cerrando el sistema político solo al campo de los partidos de la coalición de gobierno, como está ocurriendo. Pues, el paro nacional que cumple 42 días, después de más de un año de duras vivencias de la pandemia que tantas cosas ha develado, nos ha puesto ante la imagen que no quisiéramos ver: una sociedad dividida donde pareciera no haber espacio para la política y el diálogo.

Lo que se ha visto con el paro nacional es una explosión social que en términos políticos significa el resurgimiento del movimiento social en su diversidad de expresiones. Pero, como históricamente ha ocurrido, no encuentra espacios para canalizar sus reivindicaciones. Y si el sistema político se cierra no permitiendo la entrada de nuevos actores, las legítimas demandas sociales del paro no tendrían cabida y eso, además de ser antidemocrático, agrava la crisis.

La estrategia del Gobierno para hacer frente a la crisis está basada en cinco acciones: 1. Desgaste mediante dilación al comité del paro y no comenzar negociaciones; 2. Asegurar la aplanadora de la coalición en el Congreso; 3. Mantener dura represión a la protesta; 4. Acuerdo por lo alto con gremios económicos, y 5. Campaña a través de medios de comunicación. Es una estrategia equivocada y cierra la puerta del dialogo social y la política democrática para resolver conflictos y construir consensos.

Cerrar el sistema con ese tipo de prácticas ha sido la forma como sectores dominantes han capitalizado las crisis y logran mantener el statu quo. Es decir, el que en Colombia siempre ha gobernado la franja de los partidos de centro derecha sin asumir responsabilidad por los resultados que la crisis ha sacado a flote. Además, aquí no ha habido alternancia política en el poder, pues la franja centro izquierda no ha gobernado desde la Presidencia ni ha sido mayoría en el Congreso.

En este sentido, superar la política del antagonismo propia del sistema cerrado y pasar a una de solidaridad y cooperación, abierta a los cambios y que incluya nuevos actores y agendas, es uno de los acuerdos fundamentales para superar la crisis.

@Fer_GuzmanR