ERNESTO RODRÍGUEZ MEDINA | El Nuevo Siglo
Sábado, 31 de Mayo de 2014

Sin división a la derecha

 

Como reza el adagio popular “es muy difícil tapar el sol con las manos” y mucho más si éstas están llenas de mermelada.

Lo que ha sucedido en el partido conservador colombiano es muy claro: las bases del partido, en su totalidad, votaron entusiastas por la candidatura de Marta Lucía Ramírez y de esta forma los potenciales electores de los parlamentarios del partido “amarmelados” sus tradicionales electores los abandonaron y los dejaron viendo un físico chispero.

Como si esto fuera poco, nuestra candidata obtuvo cincuenta mil votos más que el total obtenido por los representantes colegiados azules. Dicho de otra manera: a los burocratizados parlamentarios santistas de nuestro partido sus propios electores les revocaron su mandato y representación.

"Por qué será que sumercé no usa sus entendederas, hágalo o se le atrofian", dicen los campesinos del Boyacá profundo. Y nosotros, siguiéndoles este sabio consejo, deducimos que las llaves de la sede del partido las tiene hoy -para utilizarlas a plenitud- la candidata. Escrito lo anterior por qué será que algunos medios insisten en hablar de división e incluso se atreven a cuantificarla.

Lo único cierto es que hoy el partido ha recuperado su dignidad y su capacidad decisoria y que bajo la batuta de Marta Lucía ha decidido apoyar la candidatura de Óscar Iván Zuluaga, entre otras cosas por su evidente afinidad ideológica. Y  no lo ha hecho por mezquinos cálculos burocráticos  sino con compromisos programáticos, siendo los más importantes el de no levantarse de la mesa de negociaciones de La Habana, a fin de lograr una paz sin impunidad y con condiciones verificables y también un programa efectivo de lucha contra la corrupción.

Estamos pues siendo testigos de que el partido, sea cual sea el resultado de la segunda vuelta, ha recuperado su dignidad y ha dejado a un lado su tradicional posición mendicante de los últimos doce años. Hoy está en un plano de igualdad decisoria y podrá gobernar desde sus ideales doctrinarios y no comprometido por sus apetitos de nómina.

 

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Adenda

Hay que ponerle coto y “aconductar” a los choferes de los nuevos buses azules que están matoneando el tráfico y maltratando a sus pasajeros. Se ha ido la guerra del centavo pero sigue la velocidad y los golpes salvajes de pedal busetero.

ernestorodriguezmedina@gmail.com