A los usuarios ¿quién los escucha?
La Comisión de Regulación de Comunicaciones CRC se encuentra estudiando reformas a los regímenes de protección del usuario y de calidad de los servicios de comunicaciones. Sobre la materia se han realizado, en las últimas semanas muchos foros y debates, así como procesos de consulta publica a los interesados.
La constante en estas discusiones es la gran profusión de comentarios, estudios y posturas de los operadores y proveedores de los servicios y la escasa representación de los usuarios, pues en el
país salvo contados casos como, por ejemplo, Asucom, son pocas las voces que de verdad pretenden hablar por los usuarios e, infortunadamente, en todos esos escenarios esas voces no son programadas y menos, escuchadas. La mayoría de esos eventos son realizados o patrocinados por los mismos operadores, algo así como "yo con yo", quienes se dan golpes de pecho, pero en el pecho de los demás, culpando a alcaldes y gobernadores del problema de saturación de redes y de escasez de radio bases. O criticando al Gobierno nacional por falta de gestión eficaz del espectro de frecuencias.
En un proceso de este tipo debieran hacerse sesudos estudios de mercado, como otrora los realizaba la Comisión de marras, donde se media la percepción de calidad de los servicios y la satisfacción real de los usuarios de forma independiente.
Nuestros lectores podrán constatar, cada día, las veces que se "caen" sus llamadas y los intentos que tienen que hacer para lograr comunicación. La cifra de un tres por ciento que muestra la CRC es un mal chiste, porque este promedio le resulta de calcular todas las llamadas, las del día con las de la noche. Algo así como tratar de promediar cifras de obesos con las de desnutridos para sacar un promedio de bien alimentados. ¡La verdad es que, en las horas pico, o de de congestión, ese promedio crítico
debe rondar más allá de un veinte por ciento de desconexiones!
Si se hicieran bien las cosas, seguramente también se darían luces sobre cómo focalizar la acción del regulador, pues a punta de índices matemáticos complejos y sin un órgano de control especializado que los entienda y aplique adecuadamente, poco se avanzará en el tema. Lo que se debe exigir son cosas más reales, más inversión en redes, condicionar la entrega de espectro adicional a índices de satisfacción de usuario, herramientas gratuitas para los terminales inteligentes para que el usuario mida la calidad y esto sea prueba para sus
reclamos y de paso se reporte automáticamente, de modo que pasado un umbral de reportes se multe y sancione automáticamente al operador.
Señores de la CRC hay que ser realmente creativos en este tema, pero sobre todo y ante todo, honestos con los golpeados usuarios.
Y por supuesto, que haya un órgano de control especializado, con dientes y con capacidad de multas ejemplares que realmente les cuesten
a los operadores más de lo que ganan por incumplir. Señor ministro de las TIC, se necesita urgente una superintendencia de las TIC. Más de 40
millones de usuarios de estos servicios se lo agradecerán.
Adenda
El pobre Petro no da una. Qué vergüenza como está resultando su
integración del transporte capitalino. Cientos de buses SITP cubren sus rutas sin usuarios, porque nadie sabe cómo usarlos y tampoco sabe cómo y en dónde se pueden comprar las famosas tarjetas para abordarlos.