Epidemia | El Nuevo Siglo
Jueves, 14 de Julio de 2016

EL  cierre de la frontera colombo-venezolana seguirá trayendo consecuencias sociales, económicas y de seguridad. Ciudadanos vecinos continúan buscando la forma de pasar a nuestro país, ya no solo por mercado, para quedarse.

Venezolanos pasaron por zona fronteriza autorizada temporalmente para comprar alimentos en Colombia. Y debieron regresar con cajas, bolsas y maletas llenas de artículos básicos que en su país no consiguen.

Los venezolanos la pasan mal. La incertidumbre impera, hay ansiedad, estrés y coraje por el mal trato a su pueblo.

Con inflación de 150% el primer semestre de 2016 no hay quien resista. El Presidente Maduro resiste y se apega al poder.

Colombia no logra mejorar la calidad de vida de sus habitantes en los santanderes, menos la de forasteros.

La situación en zona fronteriza del lado nuestro no es boyante, apenas para el diario.

El comercio y la industria se han resentido por medidas cambiarias y de intercambio en Caracas. El desempleo es alto en Cúcuta y la pobreza se pasea en campos y pueblos.

Con la inminente desmovilización de exguerrilleros de las Farc que van a requerir territorio, el país querrá, pero no tiene lugar para miles de venezolanos que nos miran como esperanza de refugio.

Un tema fronterizo en el limbo. Resolución diplomática en el aire. Salida amistosa en el vacío. En fin, ni la OEA ha hecho nada, lo intenta, pero no tiene fondo político.

La miseria, la violencia, el cierre de empresas y negocios, el descenso en ventas y facturación, a la orden del día en la frontera. Maduro lo ve y no hará nada. Santos debe hacer mucho o será peor.

A su vez, en Europa, crece el río humano de inmigrantes. Una crisis que cobra nuevos ribetes: cuestionan que terroristas se están filtrando entre los desplazados. Nadie los ve, pero ronda el peligro.

Barcazas, canoas, lanchas, a merced del clima, de las aguas, de la sed, del hambre y la enfermedad. Todos por un mismo sueño: alcanzar tierra firme en Europa y tener una nueva existencia.

Los que ya están en albergues en Europa temen lo peor. No hay cabida para tanta gente

OTAN vota por enviar una misión naval para frenar el éxodo.

Europa deberá lograr consensos frente a la crisis de refugiados.

Urgente que Siria, Afganistán, Somalia, Sudán y Congo pongan fin a disputas y den sosiego a sus habitantes.

Turquía, Jordania, El Líbano e Irak, reciben a miles de personas que huyen de Siria. Son 65 millones el total de migrantes, 5 millones provienen de Siria.

Epidemia mundial, lo peor parece venir.