El espejo argentino | El Nuevo Siglo
Jueves, 22 de Agosto de 2019

Macri recibió herencia maldita en todos los campos”

 

La noticia internacional de la región suramericana, golpeada hasta más no poder por los efectos primarios y secundarios de lo que se conoce como el “Socialismo Bolivariano del Siglo XXI”, correspondió, sin lugar a dudas, a la apabullante derrota electoral de Macri en la nación argentina.

La idea del eterno retorno se refiere a un concepto circular de la historia o los acontecimientos. La historia no sería lineal, sino cíclica. Una vez cumplido un ciclo de hechos, estos vuelven a ocurrir con otras circunstancias, pero siendo, básicamente, semejantes.

No llores por mí Argentina, o mejor aún, Sí, llora por mí Argentina. La ley del eterno retorno pareciera que fuera el fiel reflejo de lo que sucede en esta gran nación.

Como bien lo comentó Cosme Becar Varela, el nacionalismo en el sur del continente es una incógnita en constante evolución. El sentimiento nacionalista argentino reúne una serie de características bien particulares. El profesor Becar sostiene que una cosa era la Argentina antes de la llegada de Perón a la Casa Rosada y otra después.

El comunismo internacional siempre tuvo como objetivo primordial tomarse el poder suramericano mediante las diferentes formas de lucha.

Los esfuerzos de Fidel por exportar su revolución al resto del continente se iniciaron desde su ingreso a La Habana en 1959.

En el caso chileno, las condiciones objetivas para la toma del poder se dieron gracias a Salvador Allende, a quien solo le bastaron dos años en el poder para acabar con la economía del país austral, que ya entonces se estaba convirtiendo en la gran potencia económica de la región.

Argentina y Uruguay fueron países que experimentaron la lucha revolucionaria financiada por la antigua U.R.S.S, implementada por Castro. Remember Montoneros, Tupamaros...

Para el caso de Argentina, se puede apreciar que todo fue planificado, fríamente calculado, construido, destruido por la idiosincrasia peronista, posteriormente la kirchnerista, destino del que al parecer este país no logra escapar, produciendo lo que se conoce como la pauperización de la sociedad en todos sus niveles.

De tal forma que Macri recibió una herencia maldita en todos los campos (social, político y económico) de parte de Cristina K., cometiendo un gravísimo error por jugar a lo políticamente correcto: no les explicó a los argentinos la verdadera situación de la Nación una vez asumió el poder.

Según Hana Ficher en Panampost, en forma inexplicable y posiblemente eufórico por su triunfo inesperado, decidió no decir nada.

¿No les parece familiar el escenario de Macri al de Duque?

Según Ficher: Macri dejó pasar una oportunidad de oro porque él representaba la cordura, el republicanismo y la conducta ética, sobre todo en el manejo de los dineros públicos. Era la esperanza de dejar atrás un período sumamente turbio de la historia reciente argentina. Por eso inspiraba confianza tanto a los agentes internos como externos.

Tanto Macri como Duque sabían lo que había que hacer y que el déficit fiscal era una bomba de tiempo. Tendrían que haberlo explicado con claridad, porque el primer paso para solucionar los acuciantes problemas que debía enfrentar, era informar de la situación a los propios interesados (los habitantes), para que ellos comprendiesen las razones del sacrificio que deberían hacer y apoyaran los esfuerzos gubernamentales.

Puntilla: ¿Nos encontramos ante el espejo argentino, pero no queremos ver ni reaccionar?