Pregunta: ¿Los colombianos si tendrán la dimensión sobre la ingobernabilidad en que se encuentra JMS para el tiempo que le queda como Presidente?
Porque al ver la feroz reacción del establecimiento mamerto con respecto al resultado final del plebiscito donde pretenden desconocer la voluntad popular me pregunto si quienes votamos No, tendremos que pasar a la Resistencia Civil.
Un claro ejemplo de la ingobernabilidad de JMS se aprecia en las maniobras que hace el Ministro Cárdenas para que le aprueben a pupitrazo limpio la reforma tributaria estructural.
Veamos, entonces, el porqué del mensaje de urgencia enviado al Congreso de la República.
Mientras nos echaban el cuento de la paz, la calificadora de riesgo Stándar and Poors rebajó la calificación a Colombia.
Lo que se ventila a la opinión pública es que la presente reforma tributaria estructural se justifica debido a la reducción de los ingresos de la renta petrolera. Puede ser cierto.
Para sostener el ritmo de gasto sin los ingresos de la renta petrolera la única alternativa que queda es emitir o adquirir unos bonos de deuda con unos intereses muy costosos para el país.
Bajo la administración Cárdenas, recientemente, se solicitaron unos créditos a la Banca Multilateral con altísimos costos para Colombia. Además, de la emisión del Banco Central. Para la muestra el nuevo billete de $100.000.
Lo que nunca se menciona es que el incremento en el gasto central del Gobierno rompió la regla fiscal el cual ya sobrepasó el 4.5% del P.I.B. Más de un punto por encima. De continuar este ritmo desmesurado de gasto el déficit fiscal podría llegar a más de 6.5%.
La anterior reforma estructural presentada en el 2012 fue aprobada en su mayoría por la Unidad Nacional. El Impuesto de Renta ya se encontraba en un 33%. Eso quiere decir que usted paga en solo renta cerca de una tercera parte de sus ingresos. Entonces, Cárdenas se inventó un cuento: bajar al 29%. Acto seguido se inventó otro: Cree del 9%. Ya tenía el 29% + 9% = 38% es decir que usted terminó pagando 4 puntos más de impuesto a la renta y todos contentos. Definitivamente, Cárdenas sabe sumar.
Al 2106, la tasa de desempleo se encuentra cercana a los dos dígitos. La inversión social quedó en veremos. La Inversión Extranjera Directa viene en descenso vertiginoso desde el 2012. La inflación nada que se detiene. La deuda pública ni se diga. Los ingresos de la renta petrolera son burbujas del pasado.
Al final, la nueva reforma tributaria terminará gravando a la clase media, a los asalariados, a las fundaciones universitarias, a las cooperativas, a las pensiones, a los pequeños establecimientos, a los tenderos, a las gaseosas. ¿Por qué se ensañan con las gaseosas pero a la cerveza la dejan quieta?
Pero de aquello nada, como decía una amiga en la Universidad. De aquello de reducir el gasto central del Gobierno, nada.
Cuando los colombianos se despierten de su pacífico sueño se darán de cuenta que la economía colombiana se encuentra como el Titanic: hundiéndose y todos aplaudiendo. Y, el Partido Conservador prestándose para ello.
Según Ricardo Tovar Zambrano en su libro La intervención económica del Estado en Colombia, 1914-1936: Observamos hoy que la omnipresencia normativa, intervencionista y autoritaria del Estado en todos los órdenes de nuestra sociedad se expresa con la fuerza de una evidencia empírica y dramática (Tovar, 1984).
La presente reforma tributaria estructural presentada por Cárdenas tiene los síntomas de una evidencia empírica con un final dramático.
Puntilla: ¿Alguien sabe algo de la platica de Isagén?