¿Y el acuerdo humanitario?
El martes de la presente semana se realizó un interesante foro en la Universidad Nacional, dentro de la serie de actos que se han programado para celebrar el centenario del nacimiento del expresidente López Michelsen. Quedó claro que él fue el gran propulsor en nuestro país de la aplicación de las normas del Derecho Internacional Humanitario(DIH), plasmadas en la cuatro Convenios de Ginebra, en el conflicto interno colombiano; verdad que ya nos habíamos ocupado de reconocer y difundir a través de numerosos artículos de prensa, desde cuando conocimos sus planteamientos en la conferencia que dictó en el año de 1987, en la ciudad de Cartagena.
Particularmente, aquella luminosa conferencia nos sirvió para elaborar el documento que titulé Mientras llega la paz, humanicemos la guerra; cuyo texto presentamos durante la Convención Liberal que se celebró en la misma ciudad de Cartagena en el año de 1988.
Grato fue adherir también a su postura favorable sobre el intercambio humanitario y que solicitara con vehemencia en el año 2004, fundado precisamente en las normatividad del DIH; adhesión que hicimos trascender en documento que tuvimos el honor de redactar y que firmaron conmigo, los exministros Hernando Agudelo Villa y Antonio Gómez Merlano, los exmagistrados Fabio Morón Díaz, Pedro Lafont y Juan de Dios Montes, los codirectores del PLC Piedad Córdoba Ruiz y Marta Diago, el expresidente del comité ideológico del PLC, Jaime Angulo Bossa, los académicos, exdiputados y exconstituyentes liberales, Enrique Gaviria Liévano, Carlos Ordóñez, Rodrigo Llanos, Diego Otero, Alfonso Cruz, Gerardo Bernal Castaño, Luis Enrique Escobar, Alfredo Mestra, Adalberto Arroyave, Héctor Moreno, Edgar Robles, Rito Antonio Galvis, por los exgobernadores Héctor Lorduy, Heraclio Fernández y Rafael Forero Castellanos. Y los dirigentes populares, Alberto Díaz Támara, Bonifacio Chiqunde Juajiboy, Germán Manjarrés , Gilberto González, Humberto Oviedo jr., Humberto Prado, Jaime Hoyos, Jaime Torres, Jorge Báez , Livington Jaime Arévalo, Luciano Peña , Miguel Ángel Mejía y Victoria Eugenia Escobar.
Que en los procesos de paz no se haya colocado como premisa imperativa, negociar bajo la condición de respetar el DIH, ha sido, tal vez, la causa principal para que dichos procesos no se hayan aprestigiado a los ojos del pueblo, pues causa repugnancia ética pactar tácitamente, que en la guerra se puedan seguir cometiendo actos de lesa humanidad, mientras la partes del conflicto negocian contenidos, y puntos y comas, de un posible acuerdo programático.
¿Por qué no se ha firmado en La Habana el Acuerdo Mínimo Humanitario que tanto el presidente Sanos como los comandantes de las Farc han apoyado públicamente? Habría que pensar en que alguien le estaría poniendo palos en la rueda a ese Acuerdo, en la Mesa de Negociaciones de La Habana, pero es bueno saber de dónde proviene el torpedo. Eso no puede elevarse a secreto.