Grandes autopistas, falta de tren
¡Qué maravilla! Por fin tendremos la seguridad de contar en Colombia con grandes autopistas que modernicen la infraestructura vial del país. Cuatro mil quinientos setenta y un kilómetros de nuevas carreteras han sido contratados como autopistas de cuarta generación, con una inversión cercana a los 31 billones de pesos. Estas obras movilizaran al país, tanto en personas como en mercancías, impulsaran la economía, promoverán el turismo y desarrollarán la nación.
No existe nada más útil en un país que buenas vías de transporte. Europa en la posguerra se intercomunicó y se integró con base en buenas vías. Estados Unidos es el país de las autopistas. Brasil, Chile y Argentina poseen la mejor red vial de Suramérica y México se mueve por sus grandes vías. Colombia estaba quedada, pero los dos últimos gobiernos, tanto el de Uribe como el de Santos, han hecho posible esta realidad.
Al finalizar la presente década estaremos bien dotados, pero la verdad es que no es suficiente, aún se requieren por lo menos tres veces más de vías, unos veinte mil kilómetros, ya que se debe desarrollar la Orinoquia y el Pacifico que cuentan con enormes recursos naturales explotables, ricas tierras aptas para ganadería y agricultura, para el turismo y también para mejorar ciudades que puedan albergar a más población y así descongestionar las cordilleras que han sido históricamente los focos de población.
Complementariamente a las carreteras se debe hacer lo mismo con el tren, Colombia debe tomar nuevamente su vocación férrea, pues los corredores existen, más las vías se encuentran obsoletas, habría que actualizarlas con carrileras de trocha ancha, adecuadas a los nuevos diseños, líneas frescas en el espacio propio del equipo moderno y, en fin, recuperar y modernizar las estaciones y acostumbrar a la gente a viajar en tren y movilizar carga entre los puertos marítimos y las grandes ciudades.
El tren es un medio de locomoción estupendo que no se desactualiza. Estados Unidos, Europa, los países asiáticos, Brasil, Argentina, México y muchas otras naciones se valen del tren como uno de sus principales medios de transporte. ¡Cómo así que nosotros en Colombia con la enorme extensión no lo podamos hacer! Esto no tiene explicación, solo que el sindicato de los Ferrocarriles Nacionales acabó con la empresa. La falta de visión y pérdida del interés político dejaron que se extinguiera y fue más fácil, cerrar que luchar. Muchos gobiernos dejaron pasar el tiempo y el país se quedó sin tren. Ojalá algún gobierno próximo entienda esa necesidad y se disponga a dotarnos del tren. Es posible hacerlo con inversión propia y quizá endeudamiento, o en sociedad mixta con inversionistas nacionales o extranjeros, así como también por concesión. Es solo asunto de voluntad política.
*Presidente Canal Teleamiga Internacional