La vida está cambiando
Hoy vivimos en un mundo sobre-comunicado, veloz y globalizado. Lo que sucede en cualquier parte del planeta se sabe en segundos por todo el orbe. El mundo virtual está alcanzando proporciones inimaginables, pues la velocidad de la información supera todo análisis. Cada día la tecnología entra más y más en la vida cotidiana del ser humano, los dispositivos móviles como el celular, las tablet y los pc, son la herramienta actual por excelencia para una pronta comunicación en línea. Ya están en el mercado las gafas de Google que operan interactivamente con los mapas, el correo y demás aplicaciones sorprendentes. Igualmente las pulseras inteligentes que controlan el ritmo cardíaco, la presión arterial, la altitud, el estado del tiempo, las distancias recorridas cuando se camina, corre o se monta en bicicleta, suma las calorías quemadas. En fin, la información siempre a la mano.
La vida está cambiando, el tiempo es otro y las motivaciones muchas. Tenemos la oportunidad de ver y conocer más que antes, todo ahora es más barato que en el pasado y se accede a la tecnología con enorme facilidad. El asunto está en allanarse a esas nuevas tendencias y no quedarnos atrás solo pensando en que las cosas del pasado eran mejores, eso no es cierto. Soy consciente de que algunas cosas de tiempos anteriores fueron mejores, pero en su tiempo y el tiempo cambia y hay que adaptarse a esas nuevas realidades.
La estructura del cerebro y forma de pensar de las nuevas generaciones, aquellas que nacieron en la última década del siglo pasado y durante el presente son digitales, es decir, acumulan y procesan información mediante campos binarios, mientras las anteriores, las nuestras son analógicas, se procesan por impulsos, por lo tanto nuestras reacciones son más lentas en la comprensión de las nuevas tecnologías, porque nuestro cerebro está construido sobre una estructura diferente. Claro, podemos adaptarnos y en la medida que nos preocupemos por entender y ejercitarnos en esa nueva manera de procesar el pensamiento, seremos capaces de manejar ambas estructuras: la analógica y la digital, es decir, seríamos duales. El ser humano es un una máquina perfecta, solo que nosotros mismos la hacemos imperfecta y no la utilizamos en su potencial por no saber controlar el alma, que nos gobierna los instintos, deseos, emociones y excesos. Pero en conclusión la vida está cambiando y debemos aceptarlo.
*Presidente Canal Teleamiga Internacional