DIEGO ARANGO* | El Nuevo Siglo
Jueves, 25 de Julio de 2013

Último año de Santos

 

Ya se acercan los tres años de gobierno del presidente Santos, le queda su cuarto de tiempo de este mandato. Hay muchos interrogantes para este último año, se generan grandes dudas sobre el proceso de paz, la gente no siente avanzar esos diálogos. Evocan épocas anteriores en que procesos similares como el Caguán, Tlaxcala y Casa Verde generaron muchas expectativas para finalmente salir frustrados.

El pueblo colombiano ha respaldado al presidente Santos en su noble empeño, pero la falta de resultados y concreción, los continuos ataques de la guerrilla, las extorsiones y secuestros, así como el tráfico de drogas continúan, lo que hace que se pierda credibilidad en el proceso. De igual manera los paros y bloqueos instigados por la guerrilla, aprovechando el malestar de diferentes sectores sociales, provoca rabia en el pueblo.

En su discurso del 20 de julio el Presidente insistió en seguir apostándole a la paz y eso es plausible, pero a decir verdad se ha descuidado la seguridad, se le está gestando al Gobierno una situación de levantamiento social generalizado bastante peligrosa y esta viene de diferentes sectores de la producción como los cafeteros, los mineros, campesinos, manufactureros y transportadores entre otros. Pero si se le suman, como parece ser los maestros y posiblemente los estudiantes, la cosa se le puede poner fea al primer mandatario empañando su gestión y desestimando la posible reelección de su mandato.

Es indiscutible que la gente eligió a Santos presidente en 2010 bajo la promesa de continuar con la seguridad democrática de Uribe, lo logró gracias al apoyo recibido de este y bajo la esperanza de cuidar los tres huevitos de que tanto habló Uribe. Pero sorpresivamente Santos se distanció de ese proyecto y optó por un modelo de gobierno muy diferente, donde prima el favorecimiento a la inversión extranjera lo cual no es malo, pero cuando deteriora la producción nacional se vuelve inconveniente, como está pasando con la industria del calzado y de confecciones. Como en productos agrícolas. Santos le apuntó a un proceso de paz bien intencionado, pero negociar con esa gente sin derrotarlos aún, significa darles tregua para recomponer sus acciones militares como está pasando. Pero no todo ha sido malo en el gobierno de Santos en materia de ofensiva a la subversión, pues durante su mandato se ha dado de baja a jefes guerrilleros como el Mono Jojoy y Alfonso Cano, se han desbaratado frentes y capturado a grandes capos de la mafia y bandas criminales.

Esperamos pues por el bien del país que este mandato termine airoso y que el próximo Presidente sea una garantía  y esperanza para los colombianos.

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*Presidente Canal Teleamiga Internacional