La Corte Suprema de Justicia tomó la decisión de elegir de la terna presentada por el Presidente de la República como Fiscal General de la Nación al abogado Néstor Humberto Martínez Neira. Llega el doctor Martínez Neira a la Fiscalía en un momento trascendental para la justicia colombiana y por tanto tiene el nuevo Fiscal el gran reto y responsabilidad histórica de llevar a cabo una tarea donde sobresalga la imparcialidad que debe tener esta importante institución y recuperar la confianza, efectividad, lealtad, honestidad y credibilidad de esta entidad de la rama judicial del poder público. Y es que la Fiscalía debe convertirse en la institución insignia que garantice la lucha contra la impunidad y la corrupción que tanto daño nos está haciendo y que ha creado una cultura que ha derrumbado los valores éticos y morales en nuestro país.
El doctor Néstor Humberto Martínez cuenta con una hoja de vida profesional que le imprime las calidades necesarias para ser el gran Fiscal General de la Nación que estamos necesitando. Hombre capaz, inteligente y con experiencia en distintas ramas de la administración pública y del sector privado, lo que nos hace suponer que se enfrentara, de manera exitosa, al reto que plantea realizar la labor de Fiscal General de la Nación. Bienvenido doctor Martínez Neira a esta fundamental tarea que además de poner a prueba sus condiciones, estamos seguros que ejercerá sus funciones con la total transparencia e imparcialidad que corresponden al titular de esta entidad.
Así mismo hay que decir que pronto a firmarse el acuerdo final con las guerrilla de las Farc, se convertirá en el Fiscal del posconflicto y en este campo asumirá la tarea que todo el país espera para que los acuerdos se mantengan en el marco de la verdad, la justicia y la reparación de las víctimas, una tarea que sin duda requerirá del compromiso al servicio del país, de rectitud de valores y de visión jurídica y de futuro, cualidades de las que estoy seguro tiene y empleará en su nueva labor el doctor Martínez Neira para que al terminar su periodo pueda tener la satisfacción del deber cumplido. Así que como dice el viejo refrán, buen viento y buena mar.