La apertura y el cierre de los aeropuertos y los vuelos, tanto nacionales como internacionales, es una responsabilidad exclusiva del Gobierno nacional y bajo ningún punto de vista debe entenderse que las autoridades regionales o municipales tienen la facultad para regularlo.
Otra cosa es que el Ministro del ramo y el director de la Aeronáutica Civil tengan conversaciones con autoridades regionales para concertar ciertos temas de índole local, pero nunca dejando en las autoridades regionales la decisión de abrir o cerrar nuestra conectividad área.
El país y el mundo entiende que en Colombia se hubieran cerrado temporalmente los aeropuertos, como sucedió en algunos otros países de los distintos continentes, mientras los sistemas de salud se adecuaban, se compraban las pruebas o tests para el coronavirus, se adquirían los reactivos necesarios para su análisis e incluso dotaba al sistema de salud de los elementos necesarios para hacer frente a la pandemia y adecuaban nuevas camas de cuidados intensivos con los respiradores necesarios para el tratamiento esta enfermedad.
Así mismo el país y el mundo entienden que el cierre temporal resultó necesario mientras se implementaban y adoptaban protocolos de bioseguridad y promovían normas sociales de comportamiento necesarias por la llegada del coronavirus. Pero lo que el país y el mundo no entienden es que logrados estos objetivos mantengamos al país aislado de la comunidad internacional e incluso de nuestras propias regiones a nivel nacional.
Los sistemas de transporte son necesarios e indispensables en la vida actual. Los aeropuertos y los vuelos además de ser un servicio necesario de los países, hacen parte del sistema de seguridad nacional, de su estrategia de competitividad, de su estrategia comercial y en este momento de la agenda de reactivación económica y de incorporación con el mundo.
Lo anterior basta para entender el por qué su funcionamiento no debe depender de las autoridades locales sino exclusivamente del gobierno nacional que tiene la capacidad de estudiar el momento y las necesidades de la nación.
Es urgente que se analice con prontitud la necesidad de abrirlos para el bien de la economía del país, claro está que con los protocolos a que haya lugar como ya lo dije y que ya están siendo implementados y usados en distintos países del mundo, y todo ello acompañado de una estricta cultura ciudadana.
Frente a este último aspecto no me cansaré de insistir en mis artículos que lo más importante no es el cierre de las actividades, sino el concientizarnos que de nosotros depende la salud propia y de los demás. Esta es la mejor fórmula para poder sobrevivir a esta pandemia. De ahí la importancia de usar tapabocas, guardar las distancias adecuadas entre cada una de las personas, lavarse las manos cada vez que se pueda y desinfectar todo objeto recibido o los zapatos antes de entrar a sus casas.
Si no es así, por aislamientos que se decreten o cierre de aeropuertos que se definan no vamos a poder superar el reto. Se calcula que el pico de la pandemia hoy en día se presentará no solo en unas fechas determinadas para todo el país, sino que dependerá de las normas que cada región ha adoptado y por tanto serán en fechas distintas. Tenemos que estar preparados y entender que nos tenemos que acostumbrar a convivir con este virus abriendo con responsabilidad nuestras actividades y sus instrumentos de apoyo como son los aeropuertos, hasta tanto en el mundo no se descubra y se pruebe la vacuna.
Lo más importante hoy es la conciencia social acompañada de una disciplina ciudadana. Si no es así los riesgos serán mayores para todos.