Colombia solidaria, pero sensata | El Nuevo Siglo
Miércoles, 27 de Abril de 2022

Algo que poco se entiende y menos se asimila es la fraternal solidaridad colombiana con nuestros hermanos venezolanos. Conocer una cifra exacta del número de emigrantes venezolanos a nuestro país es difícil, puesto que la información oficial de registrados con el PEP (Permiso especial de permanencia) superan los dos millones. Personas que reciben protección y atención del Estado colombiano, tanto en vacunación, salud y educación a sus hijos, todo ello gratuito para el migrante, a más de poder trabajar bien sea con empleo o como trabajador independiente formal o informal. Tristemente otros tantos miles de ellos y quizás los clandestinos, han formado unos grupos de delincuencia terribles que azotan a nuestra ciudadanía, no solamente robando, asaltando sino matando a nuestra gente.

Pero parece ser que el asunto del éxodo migratorio va más allá de las cifras estadísticas publicadas, pues hay información bastante veraz que podrían superar los seis millones de migrantes venezolanos en nuestro país, pero lo más significativo es que dichos migrantes provienen de las clases mas necesitadas del vecino país, lo cual significa una carga muy pesada para Colombia, que de hecho tiene enormes problemas de migraciones campesinas, desplazamientos y comunidades indigenas en situaciones muy precarias por falta de alimentación, salud, vivienda, educación, medios de producción y demás aspectos de vida.

Aquel migrante venezolano, inversionista, empresario o capitalista ha estado muy ausente en nuestro país, son pocos los que se han establecido en Colombia, la gran mayoría han preferido llevar sus empresas y capitales a Estados Unidos y Europa, mientras la población migratoria mas necesitada nos la han dejado a nosotros.

Esta realidad enseña el talante de la solidaridad colombiana, que contrasta con los europeos que buscan sacar a los emigrantes de sus países, mientras acá se les acoge con afecto de hermanos. Hay un viejo refrán que dice que “lo que hagas por otros, lo harán por ti”. Dios quiera que no tengamos que sufrir el escarnio del hambre y miseria en nuestro país, como lo están sufriendo los millones de venezolanos parias regados por el mundo en busca de una mejor vida, pues si bien es cierto que los colombianos somos solidarios, no necesariamente en otros países lo son, de manera que debemos aprender de la experiencia venezolana, otrora ricos y boyantes a miserables vagando por el mundo en busca de supervivencia.

Debemos aprender de los otros, estamos ante la amenaza de ingresar a ese modelo si estúpidamente la gente en su mayoría se decide votar por Petro, eso pensaron hace mas de 20 años los venezolanos decepcionados de su democracia, eligieron a Chávez con los resultados conocidos y de herencia les dejó al imbécil de Maduro y el régimen mas corrupto y depredador. Es decir, el remedio resultó peor que la enfermedad.

Somos solidarios, pero tenemos que aprender de esas otras experiencias, pues sería muy triste vernos en ese sombrío cuadro que no solo nos traería dolor y pena, sino un atraso que difícilmente se saldría de ahí.

arangodiego@hotmail.com