Comienza el estudio de ¿Por Qué fracasa Colombia? Delirios de una nación que se desconoce a sí misma (Planeta, Bogotá, 2016) de Enrique Serrano López; la obra contempla tres objetivos: el pasado, mentalidad colombiana, visión prospectiva y, por lo pronto, se sigue un enfoque parcial: resaltar hechos o tesis interesantes.
Se distingue, respecto al pasado, entre el correspondiente a la Nación y el Estado. Primer caso: recorrer la historia de España con referencia a los hispano/romanos, visigodos, árabes, judíos, mozárabes, cristianos nuevos o conversos, su maltrato, emigración a América previa escala en Portugal, fundación y refundación de pueblos, influencia de la Iglesia y eclesiásticos, etc. Segundo caso: sucesos de 1810, 1819, guerras civiles, incluyendo los 1000 Días, las constituciones y, en relación con este tema, existe un texto fundamental: Las Constituciones de Colombia, tomos I y II, (Ediciones Cultura Hispánica, Madrid, 1977) de Diego Uribe Vargas. La Conquista representa una aproximación entre el Neolítico y el Renacimiento.
Serrano participa de la creencia, compartida por muchos escritores, de no ser Colombia un país violento, de tratarse el fenómeno de una fase episódica, y el concepto es convincente en relación con la dominación española. Niega la existencia de la tribu Caribe y no profundiza. No menciona a los indios pijaos y sí a los chibchas (nómades y seminómades), arawak, emberas, taironas, huitotos. Los chibchas fueron la tribu principal y no dejaron monumentos. Los indígenas no constituyeron conjuntos, federación o nación antes de la Conquista, se trataba de una tierra de paso entre los aztecas y los incas: una zona periférica y tal condición secundaria continuó en la Colonia.
Serrano asigna importancia a los chismes (no siempre perversos) y, en especial, a la envidia. La Colonia fue una sociedad matriarcal, de tendencia conservadora mantenida en la actualidad, las ideas liberales se originaron con los Borbones y encuentran resistencia en el presente. La tierra no fue motivo de conflicto al ser abundante y el gran mediador fue la Iglesia, el rico colombiano es personificado por Pablo Emilio Escobar Gaviria y los magnates de las Farc y no por Julio Mario Santo Domingo y Luis Carlos Sarmiento Angulo. Medellín: palabra árabe. No habrá el equivalente de las Revoluciones Francesa y de Octubre y tampoco de la Guerra Civil Española.