Cinismo 2024 | El Nuevo Siglo
Lunes, 1 de Enero de 2024

Desconocer las reglas y utilizar la propia falta como herramienta para victimizarse y obtener el objetivo buscado con la violación de dichas reglas, es un abuso y un contrasentido que en sana lógica merece el reproche y la descalificación de quien así actúa, salvo si se trata del empresario o del candidato Trump.

En la lógica de éste, solo se deben cumplir y respetar las normas que lo favorecen. Una decisión contraria a sus intereses o un resultado diferente a su victoria, necesariamente es el fruto del fraude y de la mala fe de sus contrincantes. Si el poder judicial o cualquier otro servidor público pretende hacer respetar las reglas y busca imponerle una sanción, no pueden estar movidos sino por el odio y por consideraciones políticas.  Es una “cacería de brujas” que “jamás había sucedido en toda la historia de los Estados Unidos”.

La lógica de sus defensores es similar: si los jueces pretenden poner en evidencia sus abusos y deciden condenarlo, lo que están provocando es la guerra civil, si las causas judiciales en su contra avanzan es únicamente para evitar que pueda ser candidato y no tienen justificación diferente que la de intentar detener su imparable y desde ya indiscutible triunfo en las elecciones primarias republicanas y en las elecciones generales de 2024. Será un nuevo “robo”. Poco importa que muchos de quienes le ayudaron en su intento de desconocer el resultado de las elecciones anteriores ya  se hayan declarado culpables y que las supuestas evidencias del “tremendo fraude” nunca existieran.

A Trump y a sus seguidores las  instituciones les sirven solo si les dan la razón  o aseguran su triunfo, de lo contrario no hay explicación diferente a la instrumentalización de las mismas por los enemigos del candidato y del país, quienes a su vez están manipulados por oscuras fuerzas internacionales, que cambian de identidad, origen, forma o motivación, según el destinatario de los incesantes mensajes que se propagan por las redes sociales y que configuran la verdad con la que millones de electores potenciales se aprestan a votar en la próxima contienda.

Pareciera una caricatura, pero no lo es, como no lo es la afirmación de su voluntad de convertirse en dictador “por un día” para vengarse de quienes en el Departamento de Justicia o en las diferentes administraciones federales o estatales han osado contradecir su voluntad para impedir que Estados Unidos vuelva a ser grande otra vez

Ni siquiera el resultado de los diferentes procesos que en contra del candidato Trump cursan en los tribunales por las más variadas razones -que en muchos otros países bastarían para impedir a cualquier otro candidato postularse-, aseguran que se despierte de esta pesadilla para el porvenir de la democracia en esa nación y del mundo que aún la considera como referente. Habrá que esperar, en todo caso, la decisión de la Corte Suprema de Justicia sobre el alcance de la enmienda 14 de la Constitución, invocada por el momento en dos estados, que para un número importante de constitucionalistas descalifica al candidato que haya sido partícipe de una insurrección o rebelión contra la constitución que juró defender.

@wzcsg