Carlos Martínez Simahan | El Nuevo Siglo
Sábado, 14 de Febrero de 2015

Juan L. Guerra y Cuadros Vivos

El ambiente es distensionado y alegre. Se espera, con el Teatro Adolfo Mejía a reventar, a J. L. Guerra. Para hablar, no para cantar. Roberto Pombo condujo la entrevista con cariñosa cordialidad. Así empezó Juan Luis a contarnos de su vocación temprana por la música, de sus clases obligadas de contabilidad y filosofía, para que lo dejaran estudiar lo que quería, de la influencia del “bolerito de guitarra”, La Bachata, propia del arrabal dominicano. De sus estudios en Berklee y de su pasión por Los Beatles, “que tocaban bachata sin saberlo”. Y, claro, cantó apartes de lo que todos queríamos oír: “Ojalá que llueva café”, “El Niágara en bicicleta”. “La bilirrubina” y “Canto a Colombia”.“

La música es un don de Dios”  dijo para confesar su fe profunda. “Para ti”, lo hizo “para que lo escuchara Dios”.  J. L. Guerra es un ejemplo del despertar religioso de la sociedad contemporánea. El Hay Festival se abrió, pues, graciosamente, con la música de “Las avispas”: “Que lo piquen, lo piquen y lo piquen”.

 

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Los “Cuadros Vivos” de Galeras fueron la sorpresa del Hay Festival. A la usanza de la tierra, se “vistió” la Plaza de la Proclamación con 21 Cuadros en honor a Gabo, para el asombro de los miles de espectadores ante tan bello arte efímero bajo las estrellas. Xavi Ayen, autor de “Aquellos años del Boom”, luego de entrevistar a profesores y actores “de esa maravilla”, envió, desde allí mismo, fotos y crónicas publicadas en la La Vanguardia de Barcelona con el título “Gabo revive en las calles de Cartagena”.

El Quijote del Caribe”, personificado orgullosamente por su autor, Ciro Iriarte, vestido a lo Gabo, con sombrero, escudo y molinos de Don Quijote, y el lápiz del oficio a la manera de lanza, dominaba el escenario. Fue una culta ofrenda al sucesor  de Cervantes. El Cuarto de los Santos estaba ornado con La Virgen de la Candelaria, Santa Rosa de Lima, San Francisco de Asísy un Corazón de Jesús, tan bello que convocaba a la oración.

En la calle de honor encontramos, entre otros, “El Rastro de tu Sangre sobre la Nieve”, “Memoria de mis putas tristes”, “El Alzheimer en Cien Años de Soledad”, “Amor o Pecado”, “La Ascensión de Remedios la bella”, “El Otoño del Patriarca”, y, en el centro, con su botamen homeopático, el padre de la tribu, Gabriel Eligio García. “Me siento en Sincé con mi padre preparando fórmulas”, exclamó Ayda García Márquez. ¡Momentos de fiesta y emoción!

A la manera de agradecimiento registro algunos visitantes, cuyos comentarios hacían henchir el pecho de los galeranos: Alfonso López Caballero, Jaime Abello, Enrique Santos Calderón, Mauricio Rodríguez, Liliana Fernández, Jaime García Márquez, Sabas y Toño Pretelt, María del Socorro y Rosario Pinzón, Beatriz Bechara, Berena Vergara, Gloria Covo, Jorge Alí y Pilar. Gloria Triana y Olga Lucía Jordán, ya forman parte del alma de Galeras.