CARLOS ALBERTO ESTEFAN UPEGUI | El Nuevo Siglo
Martes, 6 de Mayo de 2014

Los grandes ausentes

 

Durante muchos años los comisionistas de la Bolsa Mercantil de Colombia tuvieron representación en la Junta Directiva, sin que lamentablemente, para el período 2014-2015 pueda decirse lo mismo.

Por supuesto, una bolsa es un organismo que provee infraestructura para el desarrollo de las actividades relacionadas con las funciones de oferta y demanda, mediante contrato de  mandato que confieren los proveedores y compradores a quienes ejercen la calidad de miembros de Bolsa o comisionistas; razón por la cual, se espera que la administración integre a los dueños, o sea a los accionistas y a sus comisionistas en un solo cuerpo y en un solo propósito, inspirados en el servicio, para este caso el mercado de commodities en nuestro país.  Tanto así, que en otras bolsas del mundo los comisionistas son a su vez socios, si es que no totalmente dueños de estas, o como en la Bolsa de Valores de Colombia, donde sin ser socios mayoritarios reciben el trato que se merecen y forman parte de sus órganos de dirección, dado que su conocimiento y experiencia son respetados y tenidos en cuenta. Pero además,  siendo fieles a los principios del Buen Gobierno Corporativo deben ser los Comisionistas el principal grupo de interés de la organización así posean pocas acciones, hoy día aproximadamente un 5%, como quiera que con su trabajo proveen los recursos que la hacen viable y rentable.

 No queda claro entonces, qué se busca en la Bolsa Mercantil de Colombia BMC con excluirlos, si es que no su participación en la misma, las constancias que han dejado y el hecho de no compartir muchas de las decisiones allí tomadas, haya incomodado tanto  a los socios mayoritarios que les resultó más práctico quitárselos de en medio; pues eso parece deducirse del resultado de la votación durante la reciente Asamblea General ordinaria donde se eligió nueva junta directiva.

Salva la situación, que fuesen elegidos el ministro de Agricultura, Rubén Darío Lizarralde, y tres connotados ejecutivos del sector agropecuario con excelentes condiciones y calidades como son: Gustavo Gaviria, Juan Pablo Cabal y Alberto Alarcón, además de los presidentes de la SAC y de Coalcesar, quienes seguramente con su liderazgo y mentalidad emprendedora, ayudarán a neutralizar cualquier propósito contrario al objeto social de la empresa.

Es esta una razón más, para que en lo sucesivo las sociedades comisionistas actúen unánimemente, con criterio gremial no individual, para que verdaderamente sean un mecanismo de presión fuerte y coherente;  y la Superintendencia Financiera estudie y revise las normas que en “casos especiales”, permiten que una o varias personas puedan actuar como "controlantes" en los términos de la legislación colombiana, al ejercer el derecho a voto con más del 10% de las acciones representadas, que en esencia fue lo que sucedió.

Todo lo anterior, mas inexplicable aún si se tiene en cuenta que en la Asamblea General de la BMC realizada hace dos años, o sea el 29 de marzo de 2012, fue aprobada una proposición mediante la cual se pedía: "Modificar el código de Buen Gobierno Corporativo, incluyendo en este a las sociedades comisionistas como principal grupo de interés (...), además de establecer en las políticas de Buen Gobierno, que quede incorporada la participación permanente de las sociedades comisionistas dentro de los órganos de administración, con mínimo un renglón en la junta directiva (...)".