El voto Caribe
“El Caribe retoma su lucha por la autonomía regional”
ESTE 14 de marzo se cumplieron seis años de una jornada histórica en la cual 2´502.726 sufragantes depositaron su “voto a favor de la constitución de la región Caribe como una entidad territorial de derecho público, con autonomía para la gestión de sus intereses, que promueva el desarrollo económico y social de nuestro territorio dentro del Estado y la Constitución colombiana”. Así quedó expresada la voluntad y decisión de la región Caribe de reafirmar su vocación autonomista, amparadas por la propia Constitución Política que abrió esa posibilidad en 1991, tanto en su artículo 1º como en el 286, lo cual enantes le estaba vedado.
Colombia desde siempre ha sido un país de regiones, bien dijo López de Mesa que “Colombia es un archipiélago de regiones” y la región Caribe es una de ellas, tal vez la más claramente definida e identificada, pese a su diversidad étnica que hace de ella un crisol de razas, una especie de caleidoscopio. A la Constitución de 1991 le cabe el mérito de haber reconocido la existencia de las regiones y lo que es más importante les reconoce a las mismas su “autonomía para la gestión de sus intereses” en su artículo 287.
La Constitución Política en su artículo 307 prevé que la Ley Orgánica de Ordenamiento Territorial (LOOT) que debía expedir el Congreso de la República en desarrollo de tales preceptos debía establecer “las condiciones para solicitar la conversión de la región en entidad territorial”. Fundado en ello, los gobernadores de los 8 departamentos que integran el Caribe colombiano, convocados para celebrar el acontecimiento de los 6 años cumplidos del Voto Caribe resolvieron constituirla. Se asume este “como un primer paso que nos conducirá a constituir la RAP”. Esta es sólo una “escala técnica” en el itinerario de la región Caribe que tiene como destino final RET.
Contando ahora con la RAP la región Caribe dispondrá de un mecanismo que le permitirá aglutinarse, integrarse, ganar en sinergias y en capacidad de interlocución frente al Gobierno central, avanzar en el propósito de darse su Plan regional de desarrollo y de contera poder identificar, priorizar y sacar avante a través de los OCAD del Sistema General de Regalías aquellos proyectos de mayor impacto regional. La RAP también le puede servir a la bancada parlamentaria del Caribe, que tendrá en ella un soporte para su mejor gestión congresional en beneficio de la región. Desde la RAP, como lo dijeron los gobernadores en su Declaración, se darán su hoja de ruta para “promover el desarrollo regional, económico y social con el aval y el acompañamiento del Gobierno Nacional”.
De esta forma la región Caribe retoma el liderazgo en su lucha por la autonomía regional. Hasta el trayecto más largo para recorrerlo hay que dar el primer paso y este se acaba de dar, no resta más que desearle a la región Caribe ¡buen viento y buena mar!