Las cuentas de la lechera
La propuesta gubernamental de cambiar los aportes y contribuciones parafiscales por un nuevo tributo del CREE del 8% tiene sus bemoles. Ello se puede decir de las maltrechas finanzas del SNS, no así de las cajas de compensación familiar, que por ahora permanecerán indemnes. De acuerdo con el ministro de Hacienda, Mauricio Cárdenas, “la idea es que se sustituyan los $ 1.76 billones que aportan al ICBF los empleados con sueldos de menos de 10 salarios mínimos con 2.2% del CREE; los $ 1.13 billones del SENA, con 1.4% del impuesto y los $ 3.81 billones de salud, con 4.4% del CREE más los recursos del Presupuesto General de la Nación, como se hace hoy día”.
El Ministro puede estar haciendo cuentas alegres, como las de la lechera de Samaniego, toda vez que el SENA tiene presupuestado para el 2012 $ 2.2 billones y el ICBF $ 3.3 billones y el recaudo a través del CREE será a todas luces insuficiente para suplir los recursos que hoy reciben de conformidad con la Ley 21 de 1982 y la Ley 27 de 1974. Además, son muchos los factores que influyen para que al final del día las utilidades netas que se reporten se reduzcan ostensiblemente, que al final son la base para determinar el CREE.
Así las cosas, las cuentas no cuadran y el SENA así como el ICBF se verían en calzas prietas, puesto que dicho recaudo no alcanzaría a llenar el vacío que dejaría el recorte previsto de los recursos que vienen percibiendo con la normatividad vigente. Y de esta manera llegaríamos al punto al que no sería deseable llegar y es que tales entidades tendrían que entrar a competir con las demás para acceder a recursos complementarios del Presupuesto General de la Nación. Como lo afirma la senadora Gilma Jiménez, estaríamos cambiando “una fuente fija por ingresos inciertos”.
Lo único claro es que al final del día las empresas son las únicas beneficiadas con este reemplazo del pago de sus aportes sobre la nómina para el SENA, el ICBF y salud por el CREE, ya que en últimas terminarán ahorrándose 13.5 puntos porcentuales con respecto a lo que vienen pagando por parafiscales y aportes a la salud. ¿Será esto equitativo, como insiste el Gobierno en defensa de su propuesta de reforma tributaria?