ALFONSO ORDUZ DUARTE | El Nuevo Siglo
Sábado, 26 de Julio de 2014

Fallos excesivos

 

Pasada la euforia del campeonato mundial de fútbol que tuvo la atención nacional pendiente del magnífico desempeño de la selección colombiana con una gran dosis de satisfacción y de unión entre los colombianos, regresamos a la visa cotidiana con todas nuestras alegrías y sinsabores.

El desempeño de Santos en esta etapa pre-inaugural de su segundo mandato, pretende ser interpretado por los  arúspices de las entrañas del mandato que está expirando ocupándose de cómo se va a desempeñar  en frente a las nuevas alineaciones políticas derivadas del resultado electoral.  La izquierda que se considera determinante del triunfo, aunque por sus voceros ha dicho que no le interesa su incorporación al nuevo gobierno, en su fuero interno, “in pectore,” como se dice de algunas determinaciones del Papa, esperan que se les dé una activa participación.

Hecho importante en la vida nacional que no tiene apelación, es la condena al exministro Andrés Felipe Arias a una pena de cárcel que se ha considerado excesiva. El ahora condenado fue sometido a un juicio que pasó por todos los requisitos que el ordenamiento legal dispone. Tuvo la ocasión de dejarse oír en  todas las etapas del juicio, hasta llegar a conocimiento de la Corte Suprema de Justicia que en su sabiduría dictó sentencia condenatoria que sí parece desproporcionada a las faltas cometidas, merecedoras de castigo.  Su juicio pone en evidencia que la justicia no es únicamente para los de ruana, con lo cual se quiere decir que ésta no es solamente para aquellos que cuentan con los medios para defenderse en los estrados judiciales, sino que, sin importar el nivel o categoría del implicado, llega. Esta vez llegó, pero queda un sabor amargo. Las ásperas relaciones que el gobierno de Uribe tuvo con las Cortes no fueron un secreto para nadie. ¿Uribito, como se denominó a Arias por haber sido uno de los alfiles de Uribe, habrá sido tomado como chivo expiatorio?  ¿Las chuzadas de los miembros de las Cortes, que tanto escozor produjeron entre los magistrados, que tienen a la autora de las mismas, la famosa Coneja, próxima a regresar a Colombia,  estuvo ausente en la conciencia de los magistrados para dictar su fallo? Toda comparación es odiosa, por lo cual no  me detengo a comparar esta sentencia con las de otros ciudadanos que han quebrantado la ley y no han sido castigados tan severamente, sino a señalar la injusticia que se ha cometido con un ciudadano  a quien tuve la oportunidad de conocer cuando era Director de Crédito Público, muy pagado de sí mismo consciente de su propia inteligencia y propio valer. Se ha dado de baja así a una persona que aún podría prestarle valiosos servicios a la nación. Doctor Arias, no agregue  a su adversidad la de prófugo de la justicia.

Otro fallo injusto fue el dictado en contra del exdirector del IDU, Andrés Camargo. Ingeniero de muchos méritos que  desempeñó bien  sus tareas. Tuvo la mala suerte de que unas fallas de carácter técnico le hayan causado tantos dolores de cabeza y la cárcel a la cual fue condenado.

Los ingenieros que lo conocemos lo rodeamos en su infortunio con mucho afecto y consideración.