Entusiasmo y optimismo nacionales
El entusiasmo colectivo en nuestro país cambió de norte. No se puede afirmar con certeza, que el anterior proceso electoral lo hubiera capturado el entusiasmo; ni siquiera el proceso posterior; éste ha sido sustituido por el desempeño de la selección colombiana en el Mundial de Fútbol que tiene lugar en Brasil. Por el momento a la gente poco le interesan los desarrollos de los hechos electorales que acaban de suceder los cuales, sin lugar a dudas cambiarán el esquema de manejo de la cosa pública. La composición del Congreso con “alineaciones,” para usar términos de moda, políticas distintas; marcará un tiempo, esta vez de 4 años durante el cual jugará la democracia un partido si no decisivo, por lo menos dejará huellas en la conciencia nacional. Esos seguramente serán temas que se discutirán una vez se supere el Mundial, que con los resultados obtenidos hasta ahora, encontrará a una opinión pública distendida, tranquila y optimista. Pocas veces se ha visto la solidaridad nacional volcada con tanta unanimidad alrededor de unos jóvenes colombianos integrantes del equipo dirigido con tan excelentes resultados fruto de sus condiciones propias de aquellos dirigidos por Pekerman, el argentino con apellido alemán. ¡Qué envidia debe causarles a los políticos! ¿Aprenderán algo?
Es digno de estudio por quienes se ocupan en la psicología de la conducta colectiva, la interpretación de este fenómeno. ¿Qué conclusiones positivas se podrán obtener de esta movilización del alma nacional? Un propósito con presentaciones dignas es una de las conclusiones de un neófito. Si es que no todos los colombianos han tenido la oportunidad de ver por el prodigio de la televisión, lo han podido oír por la radio y si no, enterarse de lo sucedido en los partidos que ha jugado Colombia. En el momento en el cual se escriben estas líneas, el país está pendiente del partido que se jugará hoy sábado. Ya se ha situado el equipo colombiano entre los 16 mejores del mundo; hoy se sabrá si entramos a la liga de los ocho mejores. Y de ahí para adelante si es que resulta victorioso, entrará a la liga de los cuatro mejores. Soñar no cuesta nada y de los sueños también se vive.
Contagiados del optimismo nacional estamos hoy sábado, pendientes del resultado del partido con Uruguay. El equipo nuestro ha demostrado que es bueno; el uruguayo también lo es aunque haya tenido baja tan seria como la de su “crack” que resolvió usar agresiones tan antideportivas como la de Suárez, justamente castigadas por la FIFA.