Adriana Llano Restrepo | El Nuevo Siglo
Viernes, 9 de Enero de 2015

EL SEPTIMAZO

FurReal

No   hago más que recordar unos juguetes que Gabriela, la inefable adolescente, tuvo a granel cuando era pequeña: los FurReal Friends, una popular línea de suaves y tiernos animales electrónicos que se mueven y suenan como uno de verdad gracias a sus innumerables y mágicos sensores, pero al fin de cuentas, amigos de mentiras, aunque un poco más reales que los tamagochis, los virtuales japoneses de los 90.

Quizás estemos viviendo en el mundo de los FurReal Friends y no nos hemos dado cuenta, un poco por obra de Facebook pero mucho merced a los medios digitales que pusieron a andar en el mismo filito al que habla y al que escucha, borrando jerarquías entre emisor y receptor, dando al traste con la temporalidad y elevando a categoría comunicacional el afecto o los like del Facebook, sin otras emociones más sublimes, como el amor con mayúsculas o el enojo, que puede ser fundacional, como lo describe John Steinbeck en Las Uvas de la Ira.

Al ámbito de los FurReal Friends pertenece también Twitter que con sus 140 caracteres nos evita tener que leer, rumiar y digerir una larga disquisición filosófica, nos amiga en instantes con el tuitero y nos adentra en un zaperoco comunicacional, donde prevalece la simetría y se borran los poderes.

Mientras veo en Youtube la ola de indignación causada por la sangrienta arremetida de los asistentes a las corralejas en Turbaco, Bolívar, contra un toro que estuvo en el lugar y momento equivocados, vuelvo a pensar en los FurReal Friends, porque de verdad al indignado no le importa ni el toro ni el secuestrado, ni ningún #nomás, sino el escándalo, como en una catarsis personal sin fondo y sin fin. (https://www.youtube.com/watch?v=a1HzCUt0Yik).

Con los FurReal Friends no hay narraciones ni epopeyas, no hay gestas ni grandes acciones. Todos podemos ser y dejar de ser un FurReal Friend, a voluntad. Como en ese experimento de Nestlé de tomarse un café con los amigos de Facebook para validar su “realidad”. (https://www.youtube.com/watch?v=UgeJZsqH9mg).

Es tanta la soledad que nos inventamos FurReal Friends a placer y a granel. Entendible en la esfera personal porque carecemos de tiempo y porque la maraña de información, lejos de cohesionarnos como especie, nos aísla a unos de otros.

Pero no en el ágora y la política donde quienes nos indignaban, ahora son los grandes indignados; como Uribe, opuesto a la oposición y ahora el gran opositor. Es nuestro mejor FurReal Friend.