Adriana Llano Restrepo | El Nuevo Siglo
Viernes, 15 de Enero de 2016

Idiotas

“Cuanto mayor es el poder más silenciosamente actúa”

 

Tanto que he anhelado que por esta séptima vertebral haya una oleada de filosofía y hoy me doy cuenta de que ya casi, aunque por una extraña vía: la del idiotismo.

Hacerse el idiota siempre ha sido una función de la Filosofía afirmó Deleuze, en 1980, en su famoso Curso sobre Spinoza; solo que el idiota antiguo quería lo verdadero y el idiota modelo siglo XXI quiere convertir lo absurdo en la fuerza más poderosa.

“Algunos nacen idiotas, otros aprenden a serlo, otros se hacen los idiotas y tratan de convencernos”, cantó Calle 13 en su álbum Multiviral, de 2014, y podría seguir haciéndolo, ya que la idiotez aún tiene vigencia y pertinencia.

El idiota está informado, cómo no. Pero no comunicado, porque la comunicación es inteligencia, inter legere, escoger entre varias opciones, saber leer entre líneas, de manera libre, cosa que solo sucede entre iguales. Sin contexto y sin profundidad, información es lo que hay, gracias a la dictadura de la transparencia.

Queremos saber de todo. “Protégeme de lo que quiero” es una frase de la artista conceptual norteamericana Jenny Holzer, con quien la palabra adquiere nuevos significados y el texto cobra inusitado valor. Su obra no da soluciones, plantea interrogantes con múltiples respuestas posibles, tantas como espectadores-lectores existen y en función de las vivencias de cada uno de ellos.

Con la transparencia  gubernamental pasa lo mismo que con las blusas transparentes, que vemos el velo pero no sabemos cómo fue la confección. Consumimos transparencia. Santos fabricó la Urna de Cristal para que nos informáramos sobre la gestión del Gobierno dizque con miras a la participación. El problema es que es una participación para idiotas, entendida como la posibilidad de que “la gente pueda preguntar y aportar sobre temas específicos. Nuestro objetivo es que cada pregunta o comentario tenga una respuesta oficial por parte de la entidad correspondiente”.

Idioteces, me digo mientras pienso que con los 6,48 billones de pesos que nos dejó Isagen habrá un montón de carreteras y posicionamiento en el partidor para Vargas Lleras, primero en la fila india para 2018.

Consumimos información, pero no pensamos porque no hay Filosofía en esta séptima ni en la protesta a diestra y siniestra; Santos es un neoliberal y como sentenció Byung –Chul Han en Psicopolítica: “en el régimen neoliberal uno termina convertido no en revolucionario, sino en depresivo”.

Fue lo que quisimos. No nos hemos dado cuenta de que cuanto mayor es el poder, más silenciosamente actúa.