Los ritmos circadianos, que constituyen el reloj biológico y regulan las funciones fisiológicas del organismo, fueron la principal noticia de la medicina internacional el año que acaba de concluir. La razón: El Premio Nobel de Medicina 2017 fue otorgado a los Doctores Hall, Rosbash y Young por sus contribuciones al entendimiento de este tema científico que poco se ha estudiado en Colombia, pese a que actualmente tiene una importante relevancia mundial.
Su desconocimiento llevo al grupo de investigación en Ciencias Biomédicas de la Universidad Antonio Nariño, a realizar un estudio pionero en Latinoamérica, que revela los factores genéticos que se asocian con los ritmos circadianos de los colombianos, en el que se evaluó el perfil de preferencia diurna o matutina de los bogotanos, a través de la escala compuesta de matutinidad y los niveles de somnolencia, en una muestra de 300 hombres y mujeres de la capital del país.
Según los resultados, se encontraron nuevas asociaciones con los genes relacionados con el funcionamiento del reloj biológico y con la transmisión entre neuronas, tales como PER2, PER3, COMT y SLC6A4, y los perfiles de preferencia matutina o vespertina de los bogotanos.
“Por ejemplo, para acciones como levantarse o acostarse, iniciar actividades de trabajo o realizar labores físicas o intelectuales intensas y de somnolencia; o personas que simplemente sentían sueño mientras estaban sentadas e inactivas en un lugar público, o leyendo como pasajeros en un automóvil luego de un largo trayecto”, explica el profesor Diego Forero, PhD en ciencias biomédicas y director del Doctorado en Ciencias de la Salud de la Universidad Antonio Nariño.
Según la investigación de la Universidad Antonio Nariño, los colombianos son más diurnos que trasnochadores; suelen dormir una hora más que el promedio internacional (lo hacen entre 8 y 10 horas); y, en su mayoría, se resisten a madrugar.
En múltiples investigaciones realizadas en Estados Unidos y Europa se ha llegado a varias conclusiones importantes, por ejemplo, por ejemplo, que es mejor hacer deporte al caer el día que a primera hora en la mañana; que ir al gimnasio a las 6 de la tarde garantiza mejores resultados a los pacientes hipertensos que hacer ejercicios de cardio a las 8 de la mañana; y que la mejor hora para hacer ejercicio con el fin de perder peso es entre las 6 y las 8 de la noche y no al empezar el día.
En beneficio de la salud, la hora en la que las personas se toman los medicamentos también influye en el efecto positivo o negativo que éstos puedan generar en el organismo. Por eso, es mejor tomar pastillas para el control de la tensión arterial a las 10 de la noche, antes de dormir, y no al levantarse; que es más adecuado dormir entre 6 y 10 horas al día para evitar resfriados que tomar antigripales o abrigarse bien; y que descansar plenamente o tener una buena siesta garantiza buenas defensas, mejora el estado de ánimo y optimiza la memoria.
En cuanto a la vida social, estos mismos estudios revelan que una persona tiene mayor tolerancia al trago entre las 9 y las 10 de la noche, y que el sexo es más placentero entre las 11 de la noche y la 1 de la mañana.