Aunque causó incertidumbre y temor, el colapso de la firma comisionista Interbolsa no afectó la liquidez y la percepción de riesgo del sistema financiero, como lo demuestra el incremento de operaciones de mercado abierto (OMA’s) y el aumento de los depósitos de la Dirección del Tesoro Nacional, DTN.
De acuerdo a un informe de Correval a cargo del economista jefe, Daniel Velandia, las operaciones de mercado abierto (OMA’s) así como las tasas de captación y fondeo sugieren que el colapso de Interbolsa no representó un efecto negativo persistente sobre la liquidez y la percepción de riesgo del sistema financiero.
Es así que el ciclo expansionista del Banco de la República se ha traducido en menores tasas de financiación en el sector bancario, así como una reducción en la tasa de las negociaciones simultáneas.
De otro lado, “los depósitos de la DTN en el Emisor se encuentran en niveles históricamente altos, lo que da espacio para que el gobierno incremente su gasto en un momento en el que una posición contracíclica es fundamental para contrarrestar coyunturas negativas en el contexto global y local”, sostiene el análisis.
Indican los expertos que “de igual manera, los depósitos garantizan la liquidez necesaria para hacer frente a los vencimientos de los títulos de tesorería, TES, en los próximos meses, aunque consideramos que la probabilidad de un canje es relativamente alta”.
Señalan que esta situación se presenta en un entorno donde los agregados monetarios crecen a tasas moderadas y por lo tanto, aún no conllevan riesgos de presiones inflacionarias sobre la economía. Esto genera espacio para que el Banco de la República mantenga una política monetaria expansionista a lo que se sumaría una mayor ejecución de gasto público.
Explica el informe que en un sencillo ejercicio que evalúa el balance de los eventos recientes sobre el nivel de liquidez muestra que, en el neto, los TES han sido una medida suficiente para neutralizar las compras de dólares, si bien el balance de liquidez se mantiene positivo desde el 15 de noviembre del año pasado, cuando se dio inicio al programa de emisión de TES.
Sostiene la entidad financiera que la liquidez generada por el incremento en las compras de dólares ha sido debidamente neutralizada por la emisión de TES, si bien estas colocaciones no han afectado la dinámica de amplia liquidez ocasionada por otros factores que amplían la base monetaria.
“Así, en nuestra opinión los TES incrementan la capacidad del Emisor para administrar apropiadamente la liquidez proveniente de sus intervenciones cambiarias, la entrada de 11.1 billones de pesos a partir de los vencimientos de TES en marzo y abril (cifra que resultaría inferior si se realiza un canje desde 2006 el monto promedio de las operaciones de manejo de deuda asciende a 3.5 billones de pesos), en un escenario de la alta incertidumbre sobre el nivel de gasto del gobierno en un año pre-electoral.
Sostienen los investigadores del mercado financiero que desde su máximo histórico en Julio de 2012 (15 billones de pesos), los OMA’s de expansión a un día han registrado una tendencia a la baja, ubicándose en 3.7 billones de pesos en promedio durante febrero de 2013.
De hecho, a pesar de los ajustes a la baja en el cupo por parte del Emisor, el uso de los cupos se ha mantenido en 72 por ciento, cifra levemente inferior al promedio de 77 por ciento registrado durante 2007.
Por su parte, los bancos locales han continuado reduciendo en forma importante las tasas de interés de captación (principal fuente de fondeo de los bancos). De esta manera, las captaciones a 360 días se han reducido en promedio 75 puntos básicos desde el 6.12 por ciento registrado en diciembre y 115 puntos básicos desde su nivel máximo registrado en julio de 2012 (6.53 por ciento).